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Terapia por Internet

¿Es válida?

La respuesta tiene truco.

Quizá si le preguntas a quién de terapia por internet te asegurará que sí, ¡por supuesto!

Si le preguntas a quién no tenga este medio quizá diga que no.

Estos medios de los que hablo sería una computadora con conexión a internet y una cámara web, de manera que la terapia se realiza en video con audio, casi como estar presente… ¿o no?

Con una cámara web la terapia por internet se facilita tanto como la presencial.Los argumentos a favor son muchos, por ejemplo que:

Se ahorra tiempo ya que el paciente no tiene que trasladarse al consultorio y luego regresar a su casa.

PERO, tampoco tiene un espacio diferente y exclusivo para expresarse, y no siempre se puede actuar diferente en un lugar de cómo se actúa normalmente. El lugar cambia nuestro comportamiento. Nuestro cuarto o estancia (donde esté nuestra computadora) nos hará actuar como normalmente actuamos ahí y extrañaremos si nos sentimos diferente, quizá hasta nos impida el trabajo de terapia. El baño tendría más sentido como espacio para la terapia, ya que es un lugar privado, íntimo y en donde normalmente se “reflexiona”.

La disponibilidad de horario.

Se podría creer que por ser por internet el terapeuta estará disponible como lo está cualquier amigo por Messenger, pero no es así. El terapeuta tiene su vida y dispone sólo de cierto tiempo para sus pacientes. No estará siempre totalmente disponible como lo está cuando se asigna una hora. Además, si el paciente sabe que en cualquier momento puede contactar a su terapeuta para contarle algo, entonces quizá deje para después lo que se resiste a contarle, ya que siempre “puede hacerlo en cualquier momento”.

Daría menos vergüenza para el paciente hablar si sólo se usa el chat.

¡Ja!, claro que no. Es decir, no siempre es cierto eso, porque aún por teléfono, en donde no se ven las caras (estamos en el 2010, todavía no es común el videoteléfono) se puede tener dificultades para decir algo por vergüenza. Si alguien siente vergüenza de contar algo en persona también la tendrá de contarlo por chat, video llamada o por teléfono. Además si se hace por chat, es decir, sólo por texto, se pierde muchísima información, como el tono de voz, la expresión del rostro y del cuerpo mientras se habla, etc. Podría pensarse un “pero” ante esta explicación, y aquí va:

Si es videoconferencia (verse y hablarse por la cámara web) es como si estuviera presente.

Pero no lo está. Y ese es un problema por varias razones: si el paciente quiere puede cortar en cualquier momento la videollamada, cosa que normalmente no pasaría si estuviera presente físicamente. Me refiero a esto, es como cuando colgamos el teléfono a alguien, se hace por impulso, porque algo nos molestó, y si esa persona estuviera presente no reaccionaríamos retirándonos del lugar rápidamente, se discutiría, se pelearía si gustas, pero no cortas la comunicación.

Además, si la cámara web está muy cerca se podrá ver bien el rostro y sus expresiones, pero no el cuerpo completo (y sus expresiones). Si está lejos para encuadrar a toda la persona seguramente se perderán detalles de su rostro. Se tendría que tener una cámara de alta definición y aún así se perderían detalles, como el olor y sonidos leves. Sin embargo con alta definición este argumento podría desecharse. Pero recuerda que no es el único en contra de la terapia por internet.

En general es más práctico.

Cierto, es más práctico, como comprar comida rápida, y las hay muy sabrosas, pero no nutren realmente. Algo similar pasa en la terapia. Por ser tan práctica se le puede quitar importancia, por parte del paciente y del terapeuta. Además, tan fácil como es asistir a una sesión lo es no asistir, o asistir tarde, porque no requirió ningún esfuerzo.

También hay argumento en contra:

La privacidad se puede ver comprometida.

No. La comunicación por internet es segura, tan segura como lo puede ser un consultorio. Y detrás de la cámara web podemos estar seguros de que no habrá nadie más escuchando como podemos estar seguros de que detrás de la puerta del consultorio no hay nadie con la oreja pegada. Los datos escritos o video no se grabarán para su mal uso, como no se escriben notas o graba audio para su mal uso en el consultorio.

El pago puede dificultarse o no hacerse.

Es falso, el pago es igual de fácil de realizar, ya que también podría irse o enviar a alguien al consultorio a pagar, hacer un depósito o transferencia bancaria, pagar por Paypal, etc. Y cuando es una terapia por internet normalmente se acostumbra pagar por adelantado, así que no hay problema con esto.

En sí uno podría inclinarse hacia uno u otro lado, la verdad es que una combinación de terapia presencial y virtual no estaría mal, ya que se puede usar la virtual cuando sea realmente difícil asistir a una sesión, ya sea por parte del paciente o del terapeuta, pero es muy importante tener el contacto real.

No dejo de pensar que por un momento la terapia virtual se haga poniendo la ganancia económica como razón primaria y sea esto una manera de comercializar la profesión. Quizá no, pero ¿cómo puede uno saber si un sacerdote se cree en verdad lo que dice?, ¿hay manera de saber si cuando se dice que es válida la terapia por internet no es el dinero el que habla?

Y con todo esto te digo, si estás en terapia por internet ¡bien por ti!, continúa y termínala y saca todo el provecho que puedas, el hacer algo por nosotros es bueno en sí, tener la intención de estar mejor es el comienzo y si la terapia por internet te funciona satisfactoriamente, ¡adelante!, no me hagas caso, como decía un motivador “no dejes que la opinión de otros se convierta en tu realidad”.

Al fin y al cabo, la intención de este texto es la reflexión, la decisión final es tuya.