¿Existen los fantasmas?
Esta pregunta tiene relación con todo lo espiritual y más que nada con lo religioso, de la respuesta dependen muchas otras premisas que podrían negarse o afirmarse, por ejemplo, si la respuesta es afirmativa, entonces también puede afirmarse que existe vida después de la muerte, si es negativa, podría negarse.
Aunque no necesariamente. La vida después de la muerte puede existir de una forma o dimensión diferente a lo que conocemos, por lo tanto no depende su comprobación de la existencia de fantasmas en este plano terrenal. Aunque si la respuesta a la pregunta es que sí existen, eso sí sería una confirmación de la vida después de la muerte.
La vida después de la muerte no puede realmente afirmarse o negarse, y quizá no lo comprobemos nunca. Aún ni al morir.
Dicho esto, espero que la respuesta no afecte las ideas religiosas o espirituales del lector más allá de lo que estoy tratando aquí: la existencia o no de los fantasmas.
Hay gente que dice, afirma y jura haber visto fantasmas, y otros que nunca lo han hecho. Yo creo que la gente que nunca los ha visto es más curiosa que la que sí lo ha visto, y lo digo por esto: cuando alguien dice que vio un fantasma muchas veces simplemente vio una sombra, una luz, escuchó un ruido o vio moverse algo e interpretan esto como la visión de un fantasma. En cambio, los que no lo han visto, también han tenido estas experiencias de ver sombras, luces, escuchar ruidos o ver algo moverse, pero su curiosidad les hace acercarse, fijar la mirada, agudizar el oído y tratar de entender lo que vieron, y casi siempre resulta ser que la sombra fue por algún objeto en el lugar, la luz fue proyectada por algo a lo lejos o un reflejo, los ruidos fueron por ratones o cucarachas (son más ruidosas de lo que uno cree) o el movimiento fue por su mismo movimiento que reflejó algo. No siempre se descubre el origen de estas experiencias, pero es que no siempre se insiste tanto hasta averiguarlo.
La respuesta a la pregunta ¿existen los fantasmas? ya podrás adivinarla: NO.
No existen los fantasmas. Lo siento mucho para la gente que basa sus ideas e inclusive su sustento en esa idea, pero NO existen.
La creencia en fantasmas está mucho muy extendida en todo el mundo, pero sabemos que algo no es necesariamente verdad por el simple hecho de que mucha gente lo crea, recordemos que hace tiempo se creía que la tierra era plana y que era el centro del universo, y que el sol se movía alrededor de ella, y que el átomo era lo más pequeño y ¡tantas creencias que se han derrumbado!
Es común que la persona que pierde a un ser querido lo siga viendo en forma de fantasma. A eso me refiero con que no quiero perturbar las creencias espirituales. Si a una persona le tranquiliza, le da paz y le ayuda a resignarse la creencia de que su ser querido que murió la visita en forma de fantasma, yo no le quitaría esa creencia. La verdad nos hace libres, pero hay que estar preparados para saber la verdad, porque si no puede hacerte mucho daño.
Donde sí defendería la respuesta negativa a la existencia de fantasmas es frente a charlatanes que juegan con la gente asustándolos para quitarles su dinero. Es más, sé que mucha gente que se gana la vida exorcizando casas, de verdad se cree lo que dice y hace, siendo ellos sinceros es difícil acusarlos moralmente, pero el problema es que no se pueden diferenciar los que engañan a los demás y los que se engañan a sí mismos.
Aquí como decía Pancho Villa “fusílalos, luego averiguamos”.
Muchos de estos fantasmas que la gente ve están en ellos mismos, son proyecciones de su mente, y no es que estén locos, es simplemente que su mente maneja así cierta situación, dadas sus creencias pues para ellos es lo más “lógico”.
Pueden afirmar los creyentes en fantasmas que vieron uno “como te veo a ti”. Ok, correcto, ¿cuántas veces buscamos algo, no lo vemos y luego resulta que estaba FRENTE A NUESTROS OJOS”? y uno se sorprende diciendo “no lo vi, estaba frente a mí y ¡no lo vi!”. Creo que el cerebro hace lo mismo en estas dos ocasiones, en la primera nos “pone” algo enfrente, y en la segunda nos lo “quita”.
El cerebro hace un proceso que completa lo que falta según nuestro conocimiento. Lo hace para darle sentido a lo que no lo tiene, un sentido lógico para nosotros. Si nuestra educación incluye la creencia en fantasmas, porque nuestros padres así nos lo enseñaron, o porque nuestra religión así lo dice o por lo que sea, entonces nuestro cerebro completará con esa creencia ciertas situaciones “raras” y así dejarán de serlo y cobrarán sentido, tendrán una explicación “lógica” para nosotros.
Como pasa con las creencias religiosas, no importa cuántas explicaciones o comprobaciones se den, la gente creerá lo que quiera creer. Si empezaste esta lectura creyendo en fantasmas, lo más seguro es que la termines creyendo en fantasmas. Además, lo que aquí escribo es obviamente mi opinión, y como siempre digo, mi opinión no es la verdad absoluta, pero puede servirte para que te formes una opinión propia.
Se pueden encontrar explicaciones simples para las visiones de fantasmas y pero nada será más simple que decir que fue un fantasma. Después de todo, lo más simple de creer es que la tierra está fija y que es el sol el que se mueve a su alrededor porque eso es precisamente lo que vemos, ¿no?
Los fantasmas casi siempre se ven de noche, y no es que les guste salir sólo de noche, pero en la noche hay sombras, hay luces, hay más silencio y se escuchan sonidos que en el día normalmente no escuchamos. Todo esto ayuda a la visión de fantasmas, las sombras pueden fácilmente ser confundidas con rostros. El cerebro tiene una función muy particular, reconoce rostros, y los reconoce hasta donde no los hay. Se sabe de esto porque hay personas que tienen dañada esa parte del cerebro, y por más que conozcan a una persona, no pueden reconocer su rostro, son como desconocidos cada vez que la ven, no es sino hasta cuando habla que la reconocen por su voz. Es algo muy curioso, y por eso es que podemos ver rostros en las nubes, en las piedras y en cualquier parte que tenga alguna textura no uniforme.
Entonces, al ver una sombra, sobre todo si se ve por poco tiempo, de “reojo”, nuestro cerebro tratará de reconocer un rostro en ella si esa sombra también se presta para ello, hay sombras o formas más fácilmente parecidas a un rostro, y entonces, si ya tenemos la creencia en fantasmas probablemente pensemos que acabamos de ver a uno.
Saber de la existencia de fantasmas es casi lo mismo que afirmar que hay vida después de la muerte, por eso es más cómodo y tranquilizador creer en fantasmas que no hacerlo.
No pretendo quitarle la creencia a quien la tiene, de hecho, sería un ejercicio inútil. Pero para quien se está formando apenas una idea sobre esto espero que le sirva para consolidarse una opinión.
Y que conste, me encantó la película de los Cazafantasmas, por cierto, dicen que el fantasma de John Beluchi rondaba por el set. John Beluchi iba a interpretar el papel del Dr. Peter Venkman, pero murió de una sobredosis de droga. El papel finalmente lo hizo Bill Murray.