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El Sol sale para todos

O lo que es lo mismo: no hay milagros individuales.

Me parece de mucha arrogancia la creencia de algunas personas “religiosas” de que llevan una relación íntima con Dios, tan íntima como puede ser cualquier relación personal.

Estas personas, las he escuchado, dicen hablar con Dios, y bueno, eso cualquiera lo puede hacer, pero la arrogancia está en que dicen que Dios les responde y además son capaces de entender esta respuesta como si fueran palabras dichas por un amigo.

¿Ves? ¡el sol sale para todos por igual!El sacerdote jesuita Anthony de Mello en un cuento decía que un anciano oraba en el templo (ojo, hay diferencia entre rezar y orar) y el ministro se le acercó y le preguntó

-          ¿Hablas con Dios hermano?

-          No, sólo lo escucho.

-          ¿Y qué te dice Dios?

-          Nada, el también sólo escucha.

Cada mente humana, es decir, cada alma está conectada con el resto de la humanidad, esa conexión es más evidente con los personas cercanas a uno, seguramente te ha pasado que un amigo y tú tienen la misma idea y la expresan al mismo tiempo, eso es, a veces (porque también puede ser por otras causas) porque los pensamientos se cruzaron, se intercambiaron las ideas de mente a mente.

Entonces, si nuestra mente consciente es sólo, según dicen, la punta del iceberg del total de nuestra mente, porque el resto es inconsciente, y Dios es… bueno, Dios, entonces no se relacionará con nosotros sólo en “la punta del iceberg”, es decir, no tendrá un contacto con nosotros en sólo una parte pequeña de nuestra mente, el contacto será completo, en nuestra mente consciente e inconsciente.

Y si es así y así debería ser ya que Dios nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos, ¡hey, Él nos hizo, no?, entonces sabe perfectamente que nosotros no somos sólo nuestra consciencia, sino que también nuestra inconsciencia, y si nuestra mente inconsciente está conectada con el resto de la humanidad, sería difícil hacer algo por una persona sin que afecte al resto, ¿no crees?

El Sol sale para todos.

Los milagros de Dios no son individuales, no pueden serlo. El milagro “típico” de salvarle a alguien la vida no es sólo para esa persona, es para su familia y amigos, ¿no?, todos estarán agradecidos, los padres quizá con igual intensidad que el hijo que se curó. Los doctores que lo hayan tratado podrán colgarse el mérito y esto también es bueno para ellos. El milagro sirve a muchas personas.

Jesús dijo: “Cuando dos o más estén reunidos en mi nombre, yo estaré con ellos”. ¿Por qué?, ¿Por qué Jesús hace a un lado al individuo y se hace presente “cuando dos o más”? Es una pregunta abierta.

Por eso veo como arrogantes a las personas que se creen tan importantes como para pensar que Dios les habla a ellas y sólo a ellas individualmente, cada uno de nosotros individualmente no tenemos mucho valor, es la pertenencia al grupo humano lo que nos hace valer como individuos.

Dios no concede milagros individuales. Dios no habla con nosotros como individuos, lo hace como grupo. Cuando Dios habla con alguien, habla para todos, pero no todos lo escuchan.

Ahora, el saber escuchar a Dios no convierte eso en una conversación privada, eso sería arrogante, es más bien que en ese momento se supo de alguna manera escucharlo, y si sabemos cómo y otras personas están receptivas, podemos traducir lo que Dios dice, aunque claro, siempre será una traducción imperfecta, es más, ni siquiera se parecerá al mensaje original, nunca será lo mismo emborracharse que escuchar a un borracho, con perdón por la comparación.

Así que, para toda esa gente arrogante que cree tener una relación de tú a tú con Dios, lo siento mucho pero no están interpretando bien, Dios no dice “tú”, dice “ustedes”.

Es estupendo que puedas escucharlo, que tengas esa receptividad, pero pasan dos cosas: la primera es que puede ser que creas estar escuchando a Dios cuando en realidad sólo te estás inventando todo a tu conveniencia, no siempre se es consciente de esto, uno puede sinceramente creer que Dios le habla, pero si lo que te dice es de beneficio para ti y luego para los demás, quizás no sea Dios el que te habla, quizás eres tú mismo, lo cual es válido, pero no te llames Dios.

La segunda es que escuches a Dios, pero quieras comunicar el mensaje  a quién no quiere escucharlo. Dios está en todas partes,  también en la persona que rechaza el mensaje, así que no fuerces que te escuchen. Dios habla de muchas maneras y los humanos escuchamos también de muchas maneras, ¿cómo sabes que esa persona a quien quieres transmitir el mensaje no está escuchando ya a Dios?

Una cosa más, cuando escuches a Dios y creas que debes de transmitir el mensaje, no lo hagas aparentando sabiduría, hablando lento y con una sonrisa de satisfacción en tu rostro, he visto personas así que sólo les falta ponerse una bata con capucha y decir “que la fuerza te acompañe joven Skywalker”, no debes creerte sabio por decir lo que Dios te dijo, NO ERES TÚ QUIEN DA EL MENSAJE ¿recuerdas? es Dios quien habló y tú sólo escuchaste y repites lo que dijo, así que no te creas el superior de la orden, que Dios habló para todos y casualmente tú escuchaste.

Y si escuchaste a Dios quizá fue porque él te eligió para dar un servicio y los servicios no se hacen con arrogancia, si Jesucristo fue humilde, quién te crees tú para actuar con arrogancia en NUESTRA relación con Dios.

Jesús iba con los enfermos, los pecadores, con lo “peorcito” de la sociedad de esa época, si Dios te habla a ti, ¿eso qué te dice?