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El Mejor Truco del Diablo

Hablemos de mitología:

Existe un libro realmente poco comprendido, donde se habla del PEOR de los demonios, aquel que gobierna sobre el corazón y mente de muchos hombres y los hace cometer las peores atrocidades en contra de la humanidad.

Este demonio, este ser infernal, es el verdadero REY de la oscuridad, verdadero rey de las tinieblas, él es el VERDADERO DIABLO, autor de muerte y destrucción a través de los siglos; se le conoce con el nombre de Avohej.

diablo

En este poco comprendido libro, podemos leer sobre la maldita crueldad de este perverso demonio, donde pide absoluta fidelidad a su nombre y provoca algo peor que la muerte para quienes no obedezcan su voluntad:

Del Libro de Avohej, Ref. 1

Si aun con esto no me oyereis, sino que procediereis conmigo en oposición,

yo procederé en contra de vosotros con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros actos.

Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas.

Avohej, Jefe supremo de los demonios, está en contra de todo pueblo, provocando guerras entre los grupos humanos y ordenando muerte para los capturados, aún de las mujeres y niños:

Del Libro de Avohej, Ref. 2

Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.

Como vemos, no tiene reparo alguno en mandar matar a niños; en el siguiente pasaje leemos que despedaza a muerte a unos muchachos por “burlarse” de uno de sus seguidores:

Del Libro de Avohej, Ref. 3

Después Eliseo subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube!

Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Avohej. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.

Este Ser Repugnante, este eructo de maldad, tuvo desde el principio un enemigo con el que mantuvo una guerra para dominar el Trono Celestial.

El vencedor de esta refriega dedicó al perdedor el siguiente texto:

Del Libro de Avohej, Ref. 4

Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura.

En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.

Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.

Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.

¿Pero qué maldad se le atribuye?

La “maldad” del CONOCIMIENTO.

Y es así como hasta estos días, los más fervientes seguidores del vencedor de la batalla de los Cielos niegan el conocimiento científico y aceptan gustosos la absurda y cruel “Palabra de Dios”.

Charles Baudelaire, poeta y ensayista francés del siglo XIX dijo “El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía”.

Yo creo que se equivoca, yo digo que el mejor truco que el diablo inventó, fue convencer al mundo de que él es DIOS.

Los vencedores escriben la historia, y esta historia ha sido escrita por quien surgió victorioso de la batalla en los Cielos, Jehová, a quien he estado llamando con su nombre escrito al revés, Avohej y cuyas referencias han sido todas sacadas de la Biblia.

El Ser Perfecto, lleno de sabiduría y acabado en hermosura del que hace mención la última referencia, es precisamente quien perdió la guerra, un Ser de Luz que quiso compartir el CONOCIMIENTO con los seres de la creación; esa fue la supuesta “maldad” encontrada por Jehová en Lucifer.

Lucifer es un ángel, igual que lo es Jehová, quien se hace pasar por Dios.

No puede ser Dios, como no lo puede ser Lucifer, ambos son seres divinos, que compiten como dos contrincantes deportivos en un gran estadio, Jehová en un extremo y Lucifer en el otro, ¿y Dios? Dios es el ESTADIO. No toma partido, ÉL ES donde se juega el partido.

Joseph Goebbels, el mercadólogo de la ideología nazi, dijo “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá.

Y esto han hecho los seguidores de Jehová, mentir y mentir, diciendo que Jehová es misericordioso mientras asesinan y abusan sin remordimiento, en estos días y en los antiguos, según se puede leer en la Biblia.

“Jehová es bueno, Jehová es amor”, pero también condenó a la muerte por ahogamiento a TODA la humanidad, menos a unos cuantos en el mentado Diluvio; y mató al primer hijo de todo el pueblo egipcio, sólo porque el Faraón no dejó ir al supuesto “pueblo elegido de Dios”.

Jehová, el advenedizo Dios verdadero, el Dios de los Ejércitos, del que se dice en Isaías 30, 27-28:

He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos; su rostro encendido, y con llamas de fuego devorador; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume.

Ese “Dios” terrible que siembra el miedo… también “nos ama”.

¿Por qué, siendo Dios, toma sentimientos humanos y se vuelve un ser IRACUNDO, CELOSO y VENGATIVO?

¿Cómo se sigue creyendo, con todas las evidencias en contra, que Jehová es Dios y es bueno?

Nuevamente cito a Joseph Goebbels “Una mentira repetida mil veces, se convierte en una verdad”

Los fanáticos religiosos y los creyentes no tan fanáticos en general, de alguna manera pueden vivir con todas estas contradicciones:

Dios hace cosas TERRIBLES, pero al mismo tiempo es todo AMOR; les provoca dolor y sufrimiento y le llaman “pruebas”; si alguien enfermo se cura, le agradecen a Dios, pero si muere, entonces “son cosas que pasan”, “está en un mejor lugar, junto a Dios”; ignoran lo malo, cierran sus ojos y su razón ante las maldades de Jehová, y enaltecen el sufrimiento propio y el ajeno, siempre que sea en “nombre de Dios”.

Estamos tan acostumbrados a que nos presenten a este personaje, Jehová, como Dios y como toda bondad, que es difícil verlo como lo que realmente es, a pesar de que en la misma Biblia, en el mismo único libro que se usa para conocer sobre él, se presenta como un sanguinario psicópata.

Jehová, quien es el verdadero Diablo, trae a la humanidad IGNORANCIA, HIPOCRESÍA Y AMBICIÓN, cuando lo reconozcamos como lo que es, hemos de cumplir con el deber de disipar la ignorancia, desenmascarar la hipocresía y abatir la ambición.

Los vencedores escriben la historia, y el Diablo escribió que él es Dios.

Ref. 1 - Levítico 26, 27 al 29

Ref. 2 – Números 31, 17

Ref. 3 – Segunda de Reyes, 2, 23 y 24

Ref. 4 – Ezequiel 28, 12 al 15