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La Traición

Es un concepto sobre el que se escriben historias interesantes, intrigantes y con las que fácilmente nos conectamos al conocerlas, pero que todos entienden mal.

En las películas es cada vez más común ver cómo “los buenos” crearon “al malo”, no con esa intención, pero lo hacen.

dagger whiteRose traicionVoy a mencionar algunas como ejemplo:

La Roca (The Rock) de 1996, un general de la marina renegado toma como rehenes a 89 turistas en la antigua prisión de Alcatraz, lo hace como protesta porque su gobierno se rehúsa a pagar beneficios a los familiares de los veteranos de guerra que murieron en operaciones encubiertas.

Máxima Velocidad (Speed) de 1994, un exagente del escuadrón anti bombas toma prisioneros a los pasajeros de un camión de transporte para exigir un pago; lo hace porque después de arriesgar su vida y salvar la de muchos durante todo el tiempo que estuvo en el escuadrón anti bombas, al jubilarse sólo le dieron un reloj de oro.

Star Wars, Anakin Skywalker se convierte al lado oscuro porque se le prometió el poder de regresar a su madre a la vida, mientras el maestro Yoda le decía que aprendiera a “soltar”.

En muchas películas donde el “malo” antes era “bueno” se habla de traición, pero si observamos bien la historia, veremos que “los buenos” no correspondieron el buen actuar del “malo” mientras estuvo de su lado, no pudieron o no quisieron satisfacer su necesidad, justa o no.

Vamos a seguir con los tres ejemplos antes mencionados:

En “La Roca”, el general renegado (traidor a su gobierno) buscaba dar el dinero a los familiares de sus compañeros muertos en operaciones encubiertas, haciendo con esto “justicia”.

En “Máxima Velocidad” el “terrorista” y por supuesto, “traidor”, quería el dinero (y reconocimiento) para él mismo porque “se lo merecía por haber arriesgado su vida y haber salvado muchas más”.

En “Star Wars” Anakin quería algo que podía obtener sólo si “cometía traición” convirtiéndose al Lado Oscuro.

Podemos juzgar a estos tres personajes de igual manera como “traidores”, y, de hecho, esa etiqueta es la que llevan en las películas, es decir, así se pretende que todos los veamos, pero ¿es realmente así?

“Cuando un miembro de nuestro partido político se adhiere al partido de la oposición, es un TRAIDOR, pero cuando un miembro del partido de oposición se une al nuestro, es un CONVERSO”.

Todos los “traidores” tienen una justificación, su traición tiene un origen, no digo que esa justificación sea válida y que les permita cometer “actos de traición”, igual serán llamados por todos como “traidores”; de momento, sólo quiero dejar en claro que toda traición tiene un motivo.

Hasta este momento, hemos puesto nuestra atención en el “traidor”, lo vemos con odio y lo calificamos como cobarde, hipócrita y demás… pero, volteemos la mirada al espejo.

¿En qué contribuimos nosotros para crear esa “traición”?

Volvamos a los tres ejemplos de las películas:

El general renegado, de “La Roca”, buscaba hacer lo justo que su gobierno se negaba a hacer.

Anakin Skaywalker, de “Star Wars”, buscaba regresar de la muerte a su madre, mientras que sus Maestros le decían que así lo dejara.

Y el exagente anti bombas, de “Máxima Velocidad”, buscaba dinero para él, buscaba su beneficio propio.

Podemos entender los actos del general renegado y de Anakin, y hasta quizá, en cierto punto, apoyarlos…

Pero ¿cómo NO desaprobar lo hecho por el exagente antibombas Howard Payne? Y la verdad, no creo que haya manera de apoyarlo, en ningún punto.

Howard Payne, así se llama el personaje interpretado por Dennis Hopper, se sentía defraudado por la ciudad a la que sirvió por el poco reconocimiento que le dieron al final de su arriesgada carrera desarmando bombas, lo premiaron con “sólo un reloj de oro” cómo si su vida valiera sólo eso… creo que la historia en la película hubiera sido distinta si se le hubiera dado un mejor reconocimiento y una adecuada pensión, después de todo, se dedicó a una peligrosa labor que no cualquiera se atreve a hacer.

Eso nos lleva a concluir que: la traición surge de la afrenta personal.

Cuando insultas o atentas contra la dignidad y el honor de una persona, lo conviertes en un potencial traidor.

Sin embargo, no quiero en este escrito justificar a los “traidores”, el traidor lo es porque así se ha etiquetado, y difícilmente se le reconocerá de otra manera; Judas lleva más de 2,000 años con la etiqueta de traidor, a pesar de que se ha demostrado, al estudiar con cuidado los evangelios, incluyendo los apócrifos, que Judas era el mejor amigo de Jesús, al que más confianza le tenía, tan es así, que fue al que le encomendó que lo entregara, para que así se cumpliera la voluntad de Dios.

No, todo lo que he estado aquí diciendo, es para que la siguiente advertencia pueda ser comprendida mejor:

“Cuídate de señalar la traición, porque es evidencia de lo mal que tratas a las personas”.

Si te han traicionado, analiza qué pudiste hacer para crear esa traición, quizá no puedas reconocerlo al principio, porque lo ves desde tu punto de vista, pero usa los ojos de aquel que te traicionó, mira cómo se ha sentido contigo, y entonces quizá comprendas esa “traición”.

Procura no hacer afrentas a nadie, porque sembrarás traición, sin embargo, hay afrentas que sin querer hacemos, como tomar un puesto de trabajo que alguien más esperaba para sí.

Vamos a ver otro ejemplo de traición, éste de la vida real, y también vamos a ver cómo evitarla:

Durante la revolución mexicana, Francisco I. Madero, una vez en la presidencia, fue traicionado por Victoriano Huerta y los porfiristas que él mismo permitió que siguieran trabajando en el gobierno. Se dice que Huerta sintió una afrenta de parte de Madero por encomendarle a él que escoltara a Porfirio Díaz, su antiguo jefe, a Veracruz, camino a su exilio.

Pancho Villa predijo esta traición y además tenía la solución.

Días después de la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia, durante un banquete organizado por Madero, con el gabinete gobernante, éste vio inquieto a Villa, y al preguntarle que qué le pasaba, Villa le dijo “mire, Don Pancho, estos catrines van a acabar traicionándonos, nos van a cortar la cabeza a todos” – “¿Y qué quieres que haga?” le pregunta Madero a Villa, “Mátelos a todos”, fue la certera respuesta.

Por eso, siguiendo el consejo de Pancho Villa, cuando llegues a un puesto de trabajo, averigua rápidamente quién de entre los empleados pensaba que sería a quien se lo darían y haz que lo corran, porque tu presencia en ese puesto será una afrenta para él y la traición estará siempre cerca.

A veces haremos afrentas sin darnos cuenta, crearemos traidores en potencia sin quererlo, es más, sin desearlo, sino todo lo contrario, pero así es la vida, somos responsables de lo que hacemos, pero no de cómo lo interpretan los demás.

Por eso, procura tener empatía siempre, ponerte en el lugar del otro mientras hablas con él, ten presente que las personas no recuerdan lo que les dices, sino cómo las hiciste sentir mientras se los decías.

Dicen que cuando das, lo correcto es agradecer, porque eres tú quien está en posición de dar, no tienes la necesidad de recibir, y eso se agradece.

De igual manera, cuando te traicionen, pide perdón, porque antes de esa traición, está una afrenta que tú hiciste, seas capaz de reconocerla o no.

Y, sobre todo, no señales la traición, porque te pondrás en evidencia.