Platicando con Don Vidal García Canales
Recientemente tuve la oportunidad de platicar con Don Vidal, un señor de 95 años que en su niñez y adolescencia fue pastor de cabras, luego en su juventud fue obrero y luego velador. Pero a pesar de estos humildes trabajos Don Vidal se expresa como si en su vida hubiera sido historiador, filósofo, poeta y escritor. En realidad ahora lo es, por mérito propio.
Don Vidal se considera auto didacta. Además tiene una capacidad curiosa, en dos ocasiones me respondió a una pregunta que tenía yo en la mente y que apenas iba a hacerle.
Pensé "voy a preguntarle ¿qué hace un pastor de cabras todo el día y porqué es que él sabe tanto?", pero justo al abrir mi boca para hacer la pregunta espontáneamente me dice "cuando cuidaba cabras yo leía, me llevaba libros y me pasaba el día leyendo".
La segunda vez que "leyó mi mente" yo pensé "le voy a preguntar ¿qué mensaje le da a sus familiares?", y nuevamente al abrir mi boca para preguntar él se me adelanta y me dice "a mis familiares les dejo esta poesía que les escribí hace tiempo" y entonces la recita.
Freud ya nos habló sobre la telepatía, pero aparentemente la telepatía ocurre únicamente a nivel inconsciente, cuando menos para la mayoría de nosotros, pero sí que hay gente con la capacidad de hacer consciente un pensamiento telepático aunque en realidad no son conscientes de esta conversión. Don Vidal simplemente me respondió sin saber que yo estaba a punto de preguntar.
Don Vidal me ha confirmado lo que yo creo desde hace tiempo, que es totalmente válido el conocimiento auto didacta. Don Vidal, un pastor de ovejas, obrero y velador tiene a la fecha publicados 3 libros, el primero por la Universidad Autónoma de Nuevo León y está actualmente trabajando en el cuarto libro que se presentará el 10 de Mayo de 2011. Por su avanzada edad no puede él escribirlos directamente, ya que no tiene una buena vista, pero los dicta a una de sus hijas y ella los escribe.
Tiene Don Vidal un estilo narrativo muy completo y que te atrapa con historias cotidianas que convierte en interesantes cuentos, como "El robo de un atajo de cabras", "La tragedia de Sigifredo Briseño" o "Una niña llamada Pueblito".
Don Vidal conserva su memoria prácticamente intacta, recuerda no sólo los hechos, sino las fechas, nombres de las personas y hasta el costo de un tarro de cerveza, un kilo de queso, carne seca y demás.
Don Vidal no se explica la razón de su buena salud y claro pensamiento a su edad, "probablemente" dice "sea porque yo no tengo vicios, no tomo, no fumo, no me gustan los pleitos". Nuevamente vemos que no fumar y no tomar (en exceso) definitivamente es bueno.
Probablemente como Don Vidal haya pocos, pero platicar con ancianos siempre nos dejará un valioso aprendizaje. Entre muchas otras cosas de Don Vidal aprendí esto: "En la tumba no hay actividad, si quieres hacer algo, hazlo ahora."