Superar la Infidelidad en la Pareja
Después de la enfermedad de la pareja o de un hijo (no se diga algo peor) lo más difícil para un matrimonio es superar la infidelidad, de él o de ella.
Muchos colegas psicólogos incluyen en su lista de “males” que pueden resolver en terapia a la infidelidad.
Como siempre al escribir, hablo desde mi punto de vista y aclaro una vez más aquí que yo no soy el poseedor de la verdad absoluta y siempre invito a mis lectores a poner todo en duda, incluyéndome por supuesto.
Habiendo aclarado este punto diré: no creo que la infidelidad se pueda superar.
Como dije en otro escrito, las películas tienen un conocimiento válido en algunas ocasiones, he aquí un ejemplo:
En la película Romantic Comedy, Phoebe Craddock, personaje interpretado por la actriz Mary Steenburgen, le pregunta a Jason Carmichael, interpretado por el actor Dudley Moore, que si alguna vez le fue infiel a su esposa y éste le contesta algo como esto (lo escribiré de memoria, no tengo aquí la película para hacer una transcripción):
- No, nunca le fui infiel, no podría ser lo mismo después de algo así. Mira, hace tiempo yo tenía una hermosa tetera de porcelana, una vez se me cayó al suelo y se quebró, junté los pedazos, los pegué y no se notaba nada las quebraduras, ni una sola línea podía distinguirse, parecía que nunca se había quebrado. Pero cuando puse agua a hervir, la tetera explotó.
Esto mismo creo yo.
La terapia juntará a la pareja y hará que no se note la herida que hace la infidelidad y todo podrá parecer que marcha bien durante un tiempo, pero tarde o temprano el matrimonio, por causa de la infidelidad, acabará mal.
Contaré el caso de una pareja: él regularmente le era infiel a su esposa, inclusive una vez me dio a entender que la engañó con su cuñada, con la hermana de su esposa, “todo queda en familia” me dijo sonriente.
Pasó el tiempo, ella se enteró de alguna infidelidad, tuvieron peleas y luego se “reconciliaron”. Al pasar un poco más de tiempo ella lo engañó a él pero siguieron juntos, ojo por ojo y todo en paz, ¿no?, sí, en apariencia, pero los dos viven cada uno su vida secreta por separado. Esto no es un buen matrimonio.
Además, cuando alguien es infiel y lo descubren casi siempre se muestra avergonzado, pero no de haber engañado, sino de haber cometido el error que lo descubrió y promete no volver a hacerlo… el error, no el engaño.
La pareja siempre, siempre tendrá desconfianza y peor aún, quizá hasta deseos de vengarse, de una u otra manera.
Mis colegas que atienden estos casos creo que sinceramente piensan que pueden resolver la situación y la pareja no tiene otra opción, es decir, ¿qué les queda?, ¿el divorcio?, no siempre es lo mejor, sobre todo cuando hay hijos de por medio, así que es mejor intentarlo, ¿no?
Pues sí. Pero es una pérdida de tiempo y dinero, además será algo doloroso para el engañado.
Hablo aquí para las nuevas parejas, casados o no, eso no importa, no engañen, no sean infieles, no hay remedio para esta situación; lo siento mucho, se puede intentar e ir a terapia y prometer y jurar y hacer de todo, pero no será lo mismo nunca jamás.
Para las mujeres que están en la situación en la que saben que el marido las engaña, pero por otro lado, no les falta nada, tienen casa, carro, ayuda doméstica, ropa, viajes, lujos pues… claro que no les conviene separarse, solo hay que llamar a las cosas por su nombre, están casadas con el dinero, no con el hombre y mientras el dinero no las engañe, tendrán un matrimonio esposa-cartera feliz.
Si la pareja es infiel y no hay hijos entre los dos y sinceramente quieren disfrutar de un buen matrimonio tradicional, déjenla, esa relación ya se quebró y no tardará en explotar.
Por eso es importante, importantísimo, ser fiel… o no ser descubiertos, pero también es tener muy poca vergüenza.