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Los Celos: nada que ver con la falta de seguridad o la autoestima.

Lo más común que he escuchado y leído sobre los celos es que éstos tienen su principal origen en la falta de seguridad en sí mismo del celoso o su baja autoestima, que si lo vemos bien, son una misma ya que la persona a la que le falta seguridad en sí misma normalmente tendrá como origen o consecuencia una baja autoestima, casi que van de la mano.

Los celos pueden revelar ideas ocultas de quien cela.Esto es más o menos lo que dicen de ambas razones:

La baja autoestima hace que pensemos que puede venir alguien mejor que nosotros y robarnos a nuestra pareja.

La falta de seguridad en uno mismo hace que (perdón por la redundancia, pero así lo dicen muchas veces) no te sientas seguro de poder mantener a tu pareja contigo, que dudes sobre si te quiere o no.

Esta creencia y la de usar el término “subconsciente” para decir que hay partes no conscientes de nosotros mismos están en la misma categoría, son creencias comunes y simplificadas.

Los celos NO son provocados por falta de seguridad o baja autoestima.

Hay razones verdaderas para ser celoso y además los celos es un sentimiento de lo más normal en todos, con o sin baja autoestima.

Conozco una señora muy exitosa, con mucha seguridad en sí misma y una buena autoestima, no era celosa y ese fue un problema, de haberlo sido un poco quizá habría podido prevenir el engaño de su marido, ahora está divorciada.

También conozco gente con una buena autoestima y seguros de sí mismos que son celosos y no tienen ningún problema con su pareja ni con ellos mismos.

Aquí es momento de definir algo, hay celos normales y celos anormales.

Los celos normales son los que TODOS deberían de sentir, porque al fin y al cabo, por más seguro que esté uno de su pareja, sabemos reconocer que siempre existe la tentación y como no queremos perderla, porque la queremos, pues lo normal y beneficioso es mantener siempre un poco de precaución y celar un poco, proteger nuestra inversión.

Me explicaré un poco más: en nuestra pareja tenemos invertidos nuestros sentimientos, amor principalmente y al igual que a nuestro coche lo protegemos encerrándolo en la cochera, le pones alarma y procuramos no dejarlo estacionado en lugares obscuros o que nos den “mala espina”, a nuestra pareja, poseedora de nuestros sentimientos, la tratamos de proteger para que no venga algún “ladrón” y tome lo nuestro, le ponemos la alarma, que sería un celular para llamarla y ver dónde está (también los hombres traemos celular y nos pueden checar), no dejamos que vaya a lugares que nos den “mala espina” ni dejamos que se junte con amigas solteras o divorciadas ya que éstas son en realidad una mala influencia para una casada… igual que un amigo soltero o divorciado es mala influencia para un casado, simplemente andan en otros asuntos que un casado ha dejado atrás.

Pensar que te pueden robar el coche o la casa y ponerle alarma no es falta de seguridad ni baja autoestima, es simplemente reconocer una posibilidad y hacer algo por prevenir un robo. Igual ocurre con la pareja.

Los celos anormales son los que crean un problema para la pareja o para uno mismo y que paradójicamente muchas veces terminan por destruir la relación que tratan de proteger.

Freud ya explicaba éstos:

  • · Celos Proyectivos

Son los celos donde proyectamos, es decir, le atribuimos a nuestra pareja el deseo nuestro de ser infieles. Decimos “me quieres engañar”, cuando en realidad queremos decir “te quiero engañar”.

Entre más grande sea el deseo de ser infiel más grande serán los celos. Este deseo propio de engañar es normalmente inconsciente.

Aquí se ven los celos como algo enfermizo porque la pareja no da ningún motivo para celarla y sin embargo se le acusa de lo que sea y se le cela, claro, el motivo no está en la pareja, está en uno mismo.

  • · Celos Homosexuales

Estos celos son cuando se dice “te estás acostando con fulanito”, pero en realidad se quiere decir “yo me quiero acostar con fulanito”.

Son celos también proyectivos pero aquí el deseo inconsciente es homosexual.

En la película de 1975, One Flew Over the Cuckoo's Nest (Atrapado sin salida), el personaje Harding, interpretado por el actor William Redfield, presentaba este tipo de celos, de alguna manera el personaje de Jack Nicholson, R.P. McMurphy, intuyó esto y lo molestaba insinuando que era homosexual.

Este tipo de celos también se considera enfermizo, ya que aparentemente el celoso no tiene motivo alguno para celar.

Normalmente cuando alguien siente celos y cree tener motivos y le pide a su pareja que le demuestre su inocencia dejándole ver el registro de llamadas de su celular o sus correos y la pareja se niega acusándolo de ser “muy celoso”, probablemente sus sospechas sean verdaderas.

No es suficiente que uno piense que nuestra pareja no encontrará a alguien mejor que nosotros para asegurar su fidelidad, ¡cuántas veces la gente pone el cuerno con alguien que está horrible!

Ahí  la seguridad en nosotros mismos no nos previene de nada, quizá de sentir celos, pero no sentir nada de celos no es bueno, es decir, ¿nada? No nos conviene.

Tener una altísima autoestima tampoco ayuda, porque muchas veces un hombre busca con quién sentirse fuerte y una mujer con una altísima autoestima no dejará sentir (queriendo o sin querer) fuerte y grande al hombre que está a su lado y éste buscará esa sensación en otra mujer.

Puede ser que en el pasado alguien haya sufrido un engaño que le dejó una gran cicatriz y como el gato que se sentó en un comal caliente ya no quiere volver a sentarse nunca jamás en ningún lugar porque piensa que en cualquiera se volverá a quemar, la persona ya no confía en nadie, porque cree que tarde o temprano se repetirá su sufrimiento. Es muy común repetir la historia.

Los celos son un sentimiento normal. Los celos exagerados no sirven de nada y es mejor quitarles intensidad y dejarlos a un nivel adecuado, pero no se equivoquen, el origen no es la falta de seguridad ni la baja autoestima.

Los celos exagerados es mejor controlarlos analizando su origen con un psicólogo, conociendo la fuente es más fácil de eliminarlos.

Y los celos normales, en los que en verdad hay algunos motivos para sospechar, se pueden quitar comprobando los motivos, es decir, eliminado las sospechas, pero si después de comprobar que son falsas se sigue con la sensación de que nos están engañando, entonces eso es otra cosa que es mejor analizar.

Los celos no son demostraciones de amor, no necesariamente nos ama quien nos cela, pero sí es normal que nos cele quien nos ame.

Aun así, entre ser un celoso paranoico y ser un confiado con cuernos, siempre es mejor ser un confiado con cuernos. Como decía el comediante norteño Chis-Chas “es mejor ser feliz que investigar”.

Si somos celosos paranoicos perderemos igual a nuestra pareja, si confiamos es más probable que no nos fallen.

Dios dirá.