Un Truco para la Motivación
La motivación es quizá el tema más importante para los vendedores. Existe una gran cantidad de libros que enseñan a motivar y auto motivarse, algunos tienen muchísimos consejos y otros unos pocos pero que por sencillos que parezcan no mucha gente los sigue.
Aquí presento mi propuesta para que un vendedor obtenga la motivación que necesita para hacer su trabajo.
Esta propuesta es muy sencilla, tanto que mejor le llamo un “truco” para motivarse.
Como cualquier otro consejo o acción en general para motivarse, este truco necesita que hagamos algo, que hagamos un pequeño esfuerzo para conseguirlo. Creo que ya muchos vendedores lo hacen y sin pensarlo.
Este truco está basado en un principio de la terapia de pareja, este principio dice “Las parejas no son cariñosas porque que se amen, se aman porque son cariñosas”. ¿Ya viste hacia dónde voy?
El truco que propongo a los vendedores es este: Para estar motivado hay que FINGIR estar motivado.
Esto es lo que pasa: al fingir estar motivado, es decir, al comportarnos de manera ágil, alegre y dinámica nuestra mente empezará a seguir a nuestro cuerpo. ¿Recueras que cuando tu prospecto tiene los brazos cruzados tú debes hacer que los descruce dándole un papel? Esto se hace para que su cuerpo deje la posición cerrada y sabemos que pronto la mente lo seguirá.
Al fingir la motivación no tardaremos en sentirnos de VERDAD motivados. Nuestra mente y nuestro cuerpo son cosas distintas pero están juntas, tienen que ponerse de acuerdo, así que si el cuerpo está “alegre” la mente se sentirá incómoda si no lo está, porque no hay un acuerdo, así que o la mente hace que el cuerpo deje de estar alegre o se alegra también.
Si nos esforzamos en aparentar estar motivados y no cedemos ante el impulso de no estarlo pronto y sin darnos cuenta empezaremos a estar motivados naturalmente, ya sin esfuerzo.
Además la motivación es contagiosa, si trabajas en equipo y finges motivación, otros empezarán a motivarse por contagio y a su vez te contagiarán a ti con motivación verdadera.
No tienes que sentirte motivado al principio, recuerda que lo estás fingiendo, sólo pon atención en fingirlo bien, tan bien como para engañar a otros. No se trata de fingirlo para ti, no te engañarás tú mismo, así que es normal que te sientas raro a la mitad de tu actuación.
Esto funciona como el dormir, uno se acuesta, se pone cómodo y mira televisión o lee un libro y de repente sin darnos cuenta caemos dormidos. Finge y de repente sin darte cuenta estarás genuinamente motivado.