Las Malas Palabras y los Niños
¿Se debe evitar decir maldiciones frente a nuestros hijos pequeños?
Me refiero a palabras como: cabrón, pendejo, puto, puta, chingados, etc.
No queremos que nuestros hijos hablen usando estas palabras, es mal visto, sobre todo porque pueden usarlas en un contexto inadecuado.
¿Para que no las usen es necesario que no las escuchen?, ¿debemos cuidarnos de no decirlas cuando ellos están presentes, y sobre todo no decirlas al hablarles a ellos?
No.
Los padres pueden usar las palabras que quieran al hablar frente a sus hijos, e inclusive hablarles a ellos usando estas malas palabras.
Hay una condición, por supuesto: NO USARLAS DE MANERA OFENSIVA.
Siempre y cuando no se usen para ofender a nadie, ni a los niños ni a un adulto, se puede usar este florido vocabulario que tan bien expresa algunas ideas difíciles de expresar de otra manera.
Por supuesto que hay que decirle a los niños que NO usen esas palabras que escuchan, por la simple razón de que son “palabras de adultos”.
Los niños deberán de obedecer como obedecen el resto de órdenes y reglamentos de los padres.
Y voy a explicar el porqué de esto.
Las malas palabras son de uso exclusivo para los adultos, igual que los cuchillos, la cerveza, las tijeras de punta, la estufa, el insecticida, el café, etc.
Si queremos evitar que un niño use malas palabras al no usarlas nosotros frente a ellos, entonces tendríamos que evitar usar cuchillos y la estufa frente a ellos, no podrían acompañarnos mientras cocinamos, tampoco podríamos tomar café o cerveza frente a ellos… esto ya no suena tan bien, ¿verdad?, pero es LO MISMO.
Así que al igual que les decimos “no te acerques a la estufa porque está caliente”, “no uses estas tijeras porque tienen punta y son muy filosas”, “tú no puedes tomar cerveza ni café, es una bebida de papás”, debemos incluir “no digas estas palabras, son palabras de adultos”.