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¿Qué es la Masonería?… para mí y al día de hoy.

La masonería es una escuela donde los exámenes son aplicados por la vida y la calificación la pone nuestra consciencia.
Es un lugar donde los mayores son el Venerable Maestro y el Primer y Segundo Vigilantes, pero los más grandes son los Maestros "Eternos Aprendices".
Es donde cada Aprendiz es un maestro al hablar y cada Maestro es un aprendiz al escuchar.

Constancia 2, mi madre logia, en el Oriente de Monterrey.Tenemos un uniforme, usamos un delantal, pero fuera del templo, cuando no lo portamos, aun llevamos un uniforme que nos distingue: las buenas costumbres y el libre pensamiento.
Todos nos llamamos y sentimos como Hermanos porque tenemos un mismo Padre pero diferente madre, ya que fuimos paridos de distintas ideologías pero convivimos bajo las mismas reglas, la principal de ellas: la tolerancia.
La tolerancia me ha permitido escuchar lo que sin ella hubiera desechado, me ha permitido aceptar lo que de otro modo hubiera rechazado, en otras palabras, la tolerancia me ha quitado un poco lo idiota, no encuentro otra manera más adecuada de decirlo.
La ceremonia masónica te sirve conocimiento en bandeja de plata, ya depende de cada uno tomarlo o rechazarlo, pero lo primero que aprendí, y eso gracias a la tolerancia, es que cada plato que se sirve tiene muchos nutrientes, no importa el aspecto que éste tenga.
Siguiendo con la analogía, en mis primeras tenidas (reuniones) veía el platillo que un Hermano nos daba y yo pensaba "paso", pero luego miraba cómo otros metían su cuchara en la sopa, se servían con gusto una porción grande y saboreaban la exquisitez que a todos nos ofrecieron, entonces pensé "un momento... aquí hay algo que yo no estoy viendo, me estoy perdiendo de algo que más me vale tener". Desde ese momento procuro lamer el plato para no dejar nada.
"Que tu boca sea la medida" se le dice a alguien para que se sirva con confianza, por eso me ven a mí tan hocicón.
En la masonería he visto algo curioso, algo que fuera pocas veces sucede porque lo más común en el mundo profano es que cuando alguien te enseña lo hace para demostrarte que sabe, en la masonería cuando alguien te enseña lo hace únicamente para que aprendas.
Por eso en mi caso particular siempre he tenido problemas con los profesores, porque realmente no saben o porque saben y quieren que tú sepas que saben. En la masonería cada vez que un Hermano me ha corregido me ha hecho sentir bien, me siento apreciado porque me creen capaz de aprender.
Desde muy joven, cuando me di cuenta de que lo que se dice de Dios es puro cuento y de que hay personas que viven y piensan de manera diferente a como me enseñaron, me sentí extraviado, busqué yo mismo respuestas y creo que no me fue tan mal encontrándolas, pero atravesé por una especie de "obscurantismo", donde la poca luz que encontraba me hacía más daño que bien porque no estaba preparado para comprender; iba solo en ese camino... no más.