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La hormiga que carga más, ¿es más chingona?

Esta fue una pregunta que surgió cuando uno de mis hermanos masones vio una fila de hormigas cargando hojas y una de ellas cargaba con dificultad una hoja de mayor tamaño.

El hermano originalmente preguntó “¿por qué esta hormiga decidió cargar mucho más que las demás?”, otro respondió “¡Porque es chingona!” y entonces la pregunta a responder fue “la hormiga que más carga ¿es más chingona?”.

 

“Es más chingona la que hacen que carguen para ella” fue otra respuesta y una más fue “si te gusta cargar, serás el más chingón, si no te gusta y cargas más, serás el más pendejo”.

Todas las respuestas son válidas, por supuesto, aquí pretendo únicamente continuar este ejercicio mental que quedará abierto a discusión.

Para esto veo la necesidad de establecer tres mundos, el primero es el de las hormigas, porque a ellas nos estamos refiriendo; el segundo es el mundo profano, porque de eso estamos hablando; y finalmente el tercero, el de los masones, porque eso es lo que somos.

En el mundo de las hormigas hay diferentes trabajos, la reina pone huevos que serán nuevas hormigas, hay hormigas que cuidan y alimentan a las larvas, hay hormigas soldado que protegen el hormiguero, hay hormigas granjeras que cosechan hongos fertilizándolos con las hojas que llevan las obreras y precisamente las hormigas obreras, que son a quienes nos referimos.

Las hormigas son individuos sociales puros, todas conocen su trabajo y lo hacen oportunamente; el de las obreras, como ya lo mencioné, es el de llevar hojas al hormiguero. Normalmente cortan las hojas a un tamaño estándar, no porque sea el peso que pueden cargar, sino porque es lo que cabe dentro del hormiguero.

En el caso específico de la hormiga que nuestro querido hermano observó y que grabó en video con su teléfono para compartirlo, lo que yo observo es que en volumen la hoja es más grande que las que cargaban las otras hormigas, pero a mí me parece que en peso debe de ser el mismo y esa hormiga eligió esta carga por su peso. ¿Por qué esa hoja pesa aproximadamente lo mismo que las demás si es de más volumen? Pues porque las hojas de las demás hormigas son verdes, llevan agua dentro, la hoja de más volumen que cargaba esta dichosa hormiga era café, estaba ya seca.

Para terminar con el mundo de las hormigas solo agregaré algo más: no creo que a las hormigas les importe ser chingonas, hacen lo que deben hacer como Dios les dio a entender y así prosperan.

Ahora hablaré del segundo mundo, el mundo profano.

Allí, como mencionó un hermano, el que hace que los demás carguen por él es el más chingón, definitivamente.

Aquí entenderemos “carga” con dos significados: como trabajo físico y como responsabilidad.

En la mayoría de los empleos, mientras cumplas con un mínimo establecido se te dará tu pago, si cargas de más dará lo mismo, pero en el caso de un empleo donde se pague por productividad el que más “cargue” más ganará y más chingón será, pero nuevamente entra lo primer dicho: el que hace que los demás carguen por él es el más chingón.

Típicamente se aprecia al jefe como el que menos trabaja, sin embargo es el que carga con más responsabilidad… y es el más chingón.

Así que la carga que te hace ser chingón en el mundo profano no es la física, sino la moral, entendiéndose ésta como la carga de responsabilidad sobre el negocio y sobre otras personas.

Vamos ahora al tercer mundo, al mundo de los masones.

Aquí pasa algo curioso porque los masones venimos de ser profanos pero nos dirigimos a ser algo más puros… como las hormigas.

Dentro de una logia, ¿quién es el más chingón? Definitivamente quien se sienta en el trono de Salomón, sea quien sea así es como debería ser y si el taller es grande y armónico seguramente lo es.

Y cae también sobre el Venerable Maestro la máxima responsabilidad del buen desarrollo de los trabajos, así que la condición del mundo profano se cumple aquí también: aquél que carga más responsabilidad es el más chingón; junto con los otros dos chingonsitos que son los responsables de la columna J y la B.

Lo curioso que mencionaba antes es esto: a pesar de que las tres primeras luces del taller son las más chingonas ante la mirada de cualquier profano, si es que a un profano se le permitiese mirar, en realidad el Venerable Maestro, el Primer y Segundo Vigilantes trabajan como las hormigas, no para ser chingones, sino por el bien común de todos los integrantes del taller.

Esas tres luces son las que nos guían, son el ejemplo a seguir, si se creyeran chingones individualmente todos nos empezaríamos a creer chingones individualmente y el taller se partiría en tantos pedazos como los que somos.

Hacemos lo que debemos hacer, como el Gran Arquitecto del Universo nos da a entender y así prosperamos.

Si a mis hermanos doy las gracias cuando de ellos he aprendido, tendré que decir ahora “gracias, mi querida hermana hormiga”.

Y por último una aclaración… al igual que las hormigas nuestra carga personal no nos hace chingones, pero de que juntos tenemos un hormiguero chingón, lo tenemos.