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Dos Cláusulas de Excepción en el Ritual de Primer Grado

Una de las creencias comunes de los profanos acerca de la masonería, es que los masones nos debemos siempre ayuda mutua, por ejemplo, si un masón es un juez civil y le toca juzgar a otro hermano masón por algún delito que se le impute, tiene la obligación de ayudarlo y dejarlo en libertad; hay varias historias que se cuentan que así aseguran ha ocurrido en el pasado, no hay manera de comprobar si son ciertas o no, así que, las creerá el que quiera creerlas.

Es cierto que un masón hace un juramento de ayudar a otro masón, y que, dentro de sus posibilidades, deberá hacer todo lo posible en el auxilio de un hermano siempre que lo necesite.

Pero, si un masón hace un acto deshonesto y está comprobado que así fue, ¿aun así deben sus hermanos ponerse de su lado?

 

constitucionMasonicaEl Maestro Jesús, en Marcos 2, 27-28, dice “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado – añadió – Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado”.

Quiero con esto decir, que, si por una parte juramos ayudar a los hermanos, por otra, somos dueños de ese juramento, si no fuera así, no seríamos hombres libres como pretendemos ser.

Dentro del ritual de primer grado tenemos dos cláusulas de excepción a esto, es decir, que en dos ocasiones se nos explica cuándo podemos NO prestar la ayuda.

Al inicio de los trabajos, el Venerable Maestro pregunta: “¿Sois masón, hermano Primer Vigilante?”, y la respuesta del Primer Vigilante es “Mis hermanos me reconocen como tal, Venerable Maestro”.

Ahí tenemos la primera de las dos cláusulas de excepción a la regla: “Mis hermanos me reconocen como tal”, porque, si los hermanos NO te reconocen como masón, pues tampoco estarán obligados a cumplir con el juramento de auxilio.

Si creías que con sólo iniciarte ibas a tener acceso al apoyo incondicional de los hermanos masones, estás equivocado. Claro, al principio se te presta todo el apoyo que necesites, porque se te da el “beneficio de la duda”, ya que acabas de entrar a la masonería recomendado por un buen masón, se te hicieron varias entrevistas y una investigación que dio resultados positivos respecto a tu moral y buena conducta, pero de ahí en adelante debes de ganarte el reconocimiento de tus hermanos, debes de actuar como un legítimo y verdadero masón, labrando tu piedra bruta, asistiendo, participando y colaborando en las Tenidas; haciendo esto, al poco tiempo tus hermanos te reconocerán como tal, y serás totalmente, uno más de nosotros.

La segunda cláusula de excepción la encontramos en el cierre de los Trabajos, el Venerable Maestro dice “Acordaos de que en su Altar habéis prometido solemnemente ayudar y aliviar con cordialidad y en proporción con vuestros haberes, al hermano digno que necesite de vuestra asistencia…”, ¿detectaron la condición? Debemos ayudar y aliviar al hermano que sea DIGNO; si un hermano comete un acto deshonesto, deja de ser digno, por lo que no tenemos la obligación de ayudar a un sinvergüenza, aunque sea un iniciado o inclusive, aunque tenga los más altos reconocimientos masónicos, si hace algo indigno, pierde valor como hermano.

El cargo de más respeto en una logia, es el de Venerable Maestro, al Venerable Maestro no se le puede contravenir, y los hermanos tienen la obligación de obedecer lo que éste ordene, como en el ejército, pero también como en el ejército hay reglas, y cualquiera que las rompa, aún sea el Venerable Maestro, tendrá un castigo. El hermano Fiscal es quien debe cuidar que nadie rompa el reglamento de la logia y la Constitución de la Gran Logia a la que están jurisdiccionados, y es él, como representante del pueblo masónico de la logia, el único que puede actuar en contra del Venerable Maestro si viola un reglamento.

Nadie está por encima de la ley, hasta un Gran Maestro, si actúa mal, puede ser expulsado, ya sea temporalmente o para siempre.

Iniciarte masón no te asegura entrar en una “red de protección e influencias”, cualquier masón, en el momento en el que actúe de mala manera, podrá ser juzgado y expulsado, y no sólo de su logia, sino de la Orden Masónica en todo el mundo, ya que, seguido de una expulsión, se boletina un reporte a todas las Grandes Logias de todo el mundo para que ese ex hermano no pueda entrar a ninguna logia en el futuro.

Los masones a veces podemos equivocarnos al iniciar a un profano, pero no nos equivocamos al expulsarlo.

Si acabas de iniciarte en la masonería, o piensas hacerlo pronto, te hago la siguiente recomendación:

Estudia, asiste, participa, y aprende por qué los demás hermanos asisten con gusto, sobre todo los que tienen ya mucho tiempo de haberse iniciado, descubre lo que los demás hermanos ya han descubierto en la masonería y que los hace mantenerse activos en la orden. Cuando lo descubras, los demás hermanos verán en ti a un legítimo masón y serás reconocido como tal.

Y, sobre todo, recuerda el código masónico y aplícalo en tu vida, que de esta manera serás siempre digno para la orden masónica, pero más importante aún, serás siempre digno ante tu familia.