Aumento de Salario
Cuando me inicié como Aprendiz de Masón veía mucho muy lejano el día en que sería Maestro, pero tampoco deseaba serlo pronto, estaba, como hasta hoy, muy contento y satisfecho por sólo pertenecer a esta Orden; ser Aprendiz, ser Masón, es una distinción muy especial.
Pero lo especial no es entrar a la masonería, como ya se ha dicho antes, lo especial es que la masonería entre en uno.
Casi cualquiera puede iniciarse, la verdad es que no es tan difícil, pero ser de verdad Masón, comprender lo que esto significa, el compromiso que se hace con uno mismo es lo que es especial, es lo que verdaderamente te hace diferente de los demás, de los profanos… e incluso, diferente a algunos masones.
Ser reconocido como masón por los hermanos llega después de que uno mismo se compromete con la masonería, no es algo instantáneo, uno debe ganarse dicho reconocimiento, pero no se gana imitando, se gana asimilando, es decir, actuar igual que los hermanos más distinguidos no te hace un hermano distinguido también. En cambio, reconocer, comprender y aplicar los conocimientos que se nos dan a manos llenas en logia, hará que actuemos de manera distinguida, diferente… mejor.
Aparentar que eres no es lo mismo que serlo y por consecuencia aparentarlo.
Ser bondadoso no te hace fraternal, pero ser fraternal sí hace surgir la bondad naturalmente.
Ser Masón se gana, se gana con trabajo en uno mismo que se convierte en servicio a la humanidad. Se gana reconociendo que sólo sabemos que nada sabemos, se gana comprometiéndonos a mejorarnos como personas, en todos los sentidos, y permitir que nuestros Hermanos nos ayuden a ello, ya sea corrigiendo nuestras faltas con suavidad, o bien con aspereza, porque habemos algunos que no entendemos de otra manera, pero siempre he reconocido amor en mis hermanos.
Cuando uno se compromete consigo mismo a aplicar lo que vivimos en nuestra iniciación, entonces uno comienza a descifrar los símbolos y estudiar la ceremonia del Primer Grado, y por supuesto, como parte de este aprendizaje se desea asistir a cada Tenida Ordinaria y de Instrucción y presentar ante los Hermanos Trabajos de lo que vamos descubriendo, y así sin ser muy conscientes de ello, empezamos a pulir nuestra piedra bruta y nuestra familia de sangre es la primera en reconocerlo, algo notan en nosotros diferente, comúnmente lo primero que nos ven es que somos más tolerantes, “menos enojones”, más pacientes; después y casi de la mano, nos llega el reconocimiento de nuestros Hermanos de Logia… ese momento, podría decirse, que es nuestro “primer aumento de grado”.
Pasamos de ser “iniciados masones” a “masones iniciados”, pequeña GRAN diferencia.
Y ya con esta expresión de nuestro desarrollo, nuestra evolución y nuestro crecimiento personal, y habiendo pasado como Aprendiz el tiempo establecido por cada Taller, se nos hace saber que somos candidatos a un “Aumento de Salario”, lo que significa que pronto pasaremos al Segundo Grado y seremos “Compañeros Masones”.
Claro, no sin antes haber aprobado un extenso examen oral en el que hablando de corazón demostraremos que hemos dominado las Herramientas del Aprendiz y hemos hecho de nosotros piedras cúbicas útiles para la humanidad; pero no sólo es eso, también debemos demostrar que tenemos los conocimientos propios del Primer Grado, me refiero a saber pasar adecuadamente un Reteje, realizar gallardamente la Marcha de entrada al Templo y responder correctamente a las preguntas del “Catecismo del Aprendiz” que se incluye en nuestra Liturgia, entre otras muchas cosas; aprobado este examen y con la venia del Venerable Maestro y del Fiscal, ahora sí, podemos dar el paso a la Columna del Sur.
La ceremonia de Aumento de Salario es sumamente interesante, más compleja que la Iniciación y realmente con más misterio, porque al iniciarnos teníamos Guías y se nos explicaba todo, pero en el paso a la Columna del Sur se nos deja a que seamos nosotros los que entendamos lo que está ocurriendo; al acercarnos más al Sublime Grado de Maestro se nos pide serlo de nosotros mismos.
El Compañero Masón ha dejado de ser un Aprendiz, ya no se le permitirá tener errores, cuando menos no “errores de aprendiz”. Es ya un Compañero, esto significa que puede realizar su labor sin supervisión, se supervisa él mismo, el Compañero ya sabe lo que hace y lo que se debe hacer y es una parte importantísima del Trabajo del Taller, ya que contribuye con su profesional ejecución de las Tareas que se le asignan en Logia y es también un apoyo para los Aprendices.
El Segundo Vigilante está frente a los Aprendices, así como está el profesor de escuela frente a sus alumnos, para mantener una vigilancia constante sobre ellos. Pero el Primer Vigilante no está frente a los Compañeros, él se encuentra, digamos, un poco escondido de su mirada.
Para hacer su Trabajo, el Compañero por su experiencia no necesita de Supervisión, pero para convertirse en Maestro sí que necesita estudiar y perfeccionar sus habilidades, y para ello debe de buscar él al Hermano Primer Vigilante. En la Primaria si faltaba el profesor hacíamos fiesta en el salón, en la Universidad, si faltaba el profesor reclamábamos su hora de clase a la Dirección.
Todo se resume en Compromiso y Responsabilidad, compromiso con uno mismo y responsabilidad total de mis actos.
Hace unos días en un puesto de tacos le dije al taquero “Deme, para llevar, dos de rajas con queso y uno de chicharrón, por favor… ¿cuánto es?” y me responde “Tres, son tres tacos”. Si me hago responsable lo único que puedo pensar es que YO no le pregunté de manera correcta, “¿y cuánto es eso en dinero, oiga…?”, “son 21 pesos” respondió.
Decimos que a veces dentro de Logia hay “porta mandiles” y en el mundo profano hay “masones sin mandil”, pues bien, igual pueden existir Aprendices de Segundo Grado… o incluso verdaderos Maestros en la Columna del Norte. Los Grados masónicos se otorgan y existen rituales para ello, pero a veces hemos dicho de alguien “el Hermano ya es Compañero, sólo le falta la ceremonia.
El Aumento de Salario, desde que lo notifican a uno como Candidato al Aumento hasta que nos son entregadas simbólicamente las Herramientas del Compañero todo es muy EMOCIONANTE, yo no estuve tan nervioso en mi Iniciación como en mi Aumento de Salario, porque en mi Iniciación como Aprendiz no sabía bien lo que estaba ocurriendo, pero ahora, con la preparación del Primer Grado, estaba más consciente de todo, y así, digamos, como lo decían los Antiguos Iniciados, que el Aumento de Salario es una Iniciación Perfecta.
La Iniciación como Aprendiz te abre los ojos, te otorga la Luz, pero el Aumento al Segundo Grado te muestra la FUENTE de esa Luz, y con ella, se descubre la GENIALIDAD que podemos alcanzar.