Todos están equivocados menos yo
Se necesita de mucha arrogancia para decir eso… o también de un conocimiento adecuado.
La historia nos ha demostrado que constantemente el mundo entero está equivocado, así que después de todo quien diga esa frase probablemente tenga razón, cuando menos en la parte que dice que “todos están equivocados”, lo que habría que ver es si el “menos yo” es cierto.
Estadísticamente la mayoría de la población tiene una inteligencia media, precisamente por eso se llama “media”, porque es la que la mayoría de la gente tiene, creo que se explicaba solo, ¿no?
Normalmente yo he escuchado decir esa frase a gente con inteligencia superior y dados sus argumentos creo que han tenido razón. El problema es que como norma se considera que lo que la mayoría de la gente cree es la verdad, es lo real, es lo que es, entonces, si el mundo entero está mal pero son ellos los que califican algo como equivocado o cierto… pues llevan la de ganar, siempre, siempre estarán bien ellos y la persona que cree que están mal es la que se considera que se equivoca.
Hay un cuento de Anthony de Mello, sacerdote jesuita y psicólogo, que lo ilustra, lo cuento de memoria, no tengo aquí el libro:
El chamán de un pueblo que vivía en la cima de una montaña descubrió que el agua del pozo de la aldea iba a contaminarse y a volver loco a cualquiera que bebiese de ella, así que antes de que esto pasara él avisó a la gente y recogió suficiente agua para almacenarla y usarla mientras esta contaminación se disolvía.
La gente del pueblo no lo escuchó y al contaminarse el agua todos siguieron bebiendo del pozo y todos se volvieron locos, hablaban entre ellos con un lenguaje raro y se comportaban de una manera extraña.
Después de un tiempo el chamán bajó de su hogar en la montaña y vio el comportamiento extraño de todos en la aldea, trató de hablar con ellos pero no lo entendían, sólo se comprendían entre ellos. El Chamán regresó a su casa pero después de un tiempo le pesó la soledad y regresó a la aldea, todos seguían locos y él no podía hablar con nadie, así que tomó una decisión, bebió del agua para volverse loco también y poder convivir de nuevo con la gente.
Es una historia realmente triste.
La gente que piensa que están bien ellos y los demás están equivocados son normalmente solitarios o cuando menos muy discretos en cuanto a sus pensamientos.
Si tú piensas que tienes la razón y todo el mundo se equivoca entonces tienes dos opciones: quedarte con la verdad solo, o dejarte abrazar por la comunidad y contagiarte de la estupidez.
Aunque… existe una tercera opción: ¡grita tu verdad!
A toda verdad le llega su día, lo que antes se consideraba equivocado resulta que hoy no lo es y viceversa, así que si crees tener la razón y crees que los demás están mal, ¡dilo!, explícalo, una y otra vez, si te consideras inteligente entonces podrás encontrar la manera de explicarlo para que lo que sabes que es correcto sea visto así por los demás.
La historia y las estadísticas están de tu lado.
La presión del grupo es muy fuerte, puede hacer cambiar de opinión a cualquiera, pero por otro lado, ¿vale la pena pertenecer a un grupo donde los miembros creen estupideces?, ¿quieres tú ser parte de ese grupo?
Con la cantidad de gente que hay siempre podrás encontrar similares a ti, aunque, por otro lado tampoco conviene mucho rodearte únicamente de personas que piensen igual que tú, si no te enfrentas a ideas contrarias a las tuyas ¿cómo vas a mejorarlas?
Busca la compañía de gente que comparta tus ideas, pero mantén tu dosis de estupidez cerca de ti, te ayudará a mejorar y ¡quién sabe!, podría resultar que eres tú el que aporta la dosis de estupidez a un grupo y ni te has dado cuenta.
Este mundo guarda muchas sorpresas y puede resultar que en algunas cosas, las que más firmemente creas, estás equivocado y el resto de estúpidos del planeta tengan razón.
¿Quién es el estúpido?
Cómo decían los personajes de Chespirito: “Sólo la gente estúpida cree estar segura de algo”, “¿estás seguro?” le replicaban, “completamente” respondía.
Sí, la mayoría de la gente es estúpida, pero es difícil saber si no formamos parte de esa mayoría, yo aún tengo mis dudas… ¡y eso es ya mucha arrogancia!