Skip to main content

¿Qué es la vida en relación a la muerte?

Cuando tomamos consciencia de nosotros obviamente estamos vivos, nos protegemos para no lastimarnos y evitar así el dolor, pero la muerte se conoce hasta que se ve.

Los niños toman consciencia de la muerte desde temprana edad, pero normalmente la temen por sus padres más que por ellos mismos, es decir, temen que papá o mamá mueran, hasta que se enteran que también los niños pueden morir, entonces se asuntan y ese miedo inmenso con el tiempo se reprime en el inconsciente, de no ser así no podrían volver a jugar y reír.

Más tarde ese temor a la muerte desaparece en el adolescente, se cree inmortal, se cree que a él no le puede pasar y si le llegara a pasar lo mira con romanticismo y se cree que seguirá su vida en espíritu, como un fantasma.

Cuando se llega a adulto se ha visto ya suficiente muerte como para saber que todos podemos morir hoy y que lo haremos eventualmente, deseando que ese momento esté muy lejano aún.

La vida es curiosa en muchas maneras, una de ellas es que cuando alguien a quien conocimos que era mayor que nosotros muere, por mucho tiempo lo seguimos sintiendo como mayor que nosotros, aun cuando pasamos y por mucho la edad en que murió.

Verdaderamente el corazón sigue siempre igual, el pellejo es el que se arruga.
Woody Allen dice “No le temo a la muerte, pero no quiero estar ahí cuando suceda”, su deseo se le cumplirá, porque se dice que cuando uno es, la muerte no es, y cuando la muerte es, uno ya no es.

¿Por qué tenemos que morir? Pues porque la alternativa es infinitamente peor.

Si uno piensa en la vida eterna con la misma viveza en que se piensa en la muerte, es decir, si de verdad nos concentramos y pensamos en cómo sería vivir esta vida para SIEMPRE nos espantaríamos más.

Y voy a hacer una aclaración, porque muchos no comprenden el término “para siempre”, cuando se habla de vivir para siempre no se refiere a vivir mil años, ni diez mil, ni un millón de años... esto es PARA SIEMPRE.

Si lo piensan bien, habrá un momento en el que ya conoceremos lo suficiente como para estar en un completo estado de aburrición, no tendríamos absolutamente NADA que hacer porque no tendría sentido, y regreso en este momento a recordar lo que significa PARA SIEMPRE, todo lo que se les ocurra que se puede hacer si tuviéramos el tiempo suficiente seguramente ya lo habríamos hecho, porque tendríamos más que suficiente tiempo, mucho más.
Por indeseable que parezca, la muerte es la que da sentido a la vida.

No la deseamos, cuando menos no para nosotros, pero es necesaria, y no sólo para darle sentido a nuestra vida, sino para darle cabida a la vida de los demás.
Todos tenemos las mismas oportunidades porque las cosas no son para siempre.

Tengo una visión de la vida en relación a la muerte y con ella me explico el por qué debemos de morir, y es esta:
La vida en conjunto es una melodía, nosotros somos sus notas.Nuestro planeta, igual que muchos otros lugares donde exista vida, es un conjunto de salas de conciertos, la vida de cada especie es una melodía, nosotros los humanos podemos pensar que nuestra especie tiene la mejor música, pero no es así, las hormigas, las abejas, los delfines y otras criaturas sociales comparten esta distinción también.

La vida de cada uno de nosotros es una nota musical individual, puede ser una buena nota, fuerte, vibrante, pero es una sola nota al fin, para crear una melodía necesitamos estar junto a otras personas, armonizar con ellas, sumar el volumen y seguir el ritmo.

Nuestro talento individual puede ser muy grande, como hermosa puede ser una nota de Sol, pero si sólo escucháramos esa nota muy pronto estaríamos fastidiados, cansados y probablemente molestos; toda nota necesita de otras para lucir.

Cuando el Gran Arquitecto del Universo creó la vida, nos entregó la capacidad de sonar como quisiéramos y cada uno elige cómo suena, pero no es sino hasta que nos reunimos con otros que comprendemos que nuestro tono tiene un sentido, que es importante y que es hermoso.

Dios es un bailarín, el universo entero es su baile y nosotros creamos su música.

Así que es junto a otras personas que vemos lo importante de nuestra vida, y tan importante es para la melodía que una nota inicie en el momento exacto, suene en el tono correcto, vibre produciendo el volumen adecuado, como importante es que luego llegue su Silencio.

Por eso necesitamos morir, para que esta Música Divina fluya y conserve su belleza.

El Creador ES mientras la música es, cuando la música deje de ser, Él también ya no será.

Nuestra vida, como una nota musical, va a terminar, pero mientras dure será parte de una melodía. Podemos contribuir en la belleza de esa música, si queremos.
Rodéate con gusto de quienes toquen junto a ti, armoniza con ellos y disfruta el momento presente.

La música continuará aun cuando tu Silencio llegue, y será ese Silencio precisamente el que le dé el sentido a la melodía.