¿Festejar el cumpleaños?
Lo que a continuación voy a escribir, podrá parecerle extraño, ridículo o inclusive absurdo a la mayoría de las personas, pero sé que algunas otras se identificarán con estas ideas.
¿Por qué festejamos el cumpleaños?
Al nacer y empezar a crecer tiene sentido festejarlo, nuestros padres organizan una fiesta donde vemos a todos nuestros amigos, jugamos con ellos, nos divertimos, comemos dulces y pastel y al final abrimos un montón de regalos. ¡No hay nada mejor que eso!
Es decir, no comprendemos bien lo que significa cumplir un año más, simplemente ¡FESTEJAMOS!
Luego, a partir de los 7 años aproximadamente vamos viendo las ventajas de ser mayor, de tener un año más: los mayores se divierten más.
Los niños más grandes hacen más cosas, se pueden dormir un poco más tarde, tienen juguetes más divertidos y se pueden subir en las ferias y kermeses a juegos mecánicos más interesantes.
También nos damos cuenta de que al crecer nos dan más libertad, nuestros padres no nos están vigilando todo el tiempo, nos dejan salir a casa de nuestros amigos o con nuestros amigos a pasear a alguna plaza comercial… ¡solos!
Después resulta, ya cerca de los 15 años, que las muchachas de nuestra edad, compañeras de escuela normalmente, les atraen por lo general muchachos de más edad, así que nos conviene ser mayores, es más fácil así, además de que nos acercamos a la edad en la que podemos tener licencia de conductor, obteniendo así mayor libertad.
Ya a los 18 años nos pueden vender bebidas alcohólicas en las tiendas, aunque la mayoría ya consume cerveza desde antes, pero es ventaja no depender de trucos para conseguirla.
Así que, hasta los 18 años tenemos motivo para festejar nuestro cumpleaños ya que todo es ventaja desde que nacemos hasta llegar a esa edad. Pero… ¿de ahí en adelante?
Después de los 18 años ¿qué ventajas tenemos en tener más edad? Creo que ninguna.
Porque todo lo que podamos pensar, como que con la edad viene un mejor trabajo por tener más experiencia y por lo tanto un mayor ingreso económico, pues no. Hay muchos jóvenes que con sus ideas han logrado tener una posición económica que les permite no preocuparse por la vida.
Cualquier cosa que aparentemente podamos hacer cuando tengamos 40 años, la podemos hacer también al tener 25, ya depende de cada quien.
Existen expertos de 60 años y también los hay de 30, la edad no tiene mucho que ver, sino el tiempo que se le ha dedicado a un tema; si no perdemos el tiempo, a los 30 años podemos tener más experiencia en cierta área que alguien de 60.
Es más, si lo vemos con algo de pesimismo, cada año que cumplimos nos acerca más al final, ¿por qué festejarlo? “¡Yeei, hoy tengo un año menos de vida! No le veo sentido.
Podemos festejar los logros importantes que en nuestra vida tengamos, ojalá y sean más de uno por año, ¿pero festejar que el planeta dio una vuelta más al sol desde el día en que nacimos…?
Claro, como con todo, ¡que cada quien haga lo que le pegue su regalada gana!
Si tú quieres festejar que “cumpliste años”, pues ¡adelante!
Cuando a mí me dicen “felicidades” porque cumplo años, sinceramente ni sé qué responder, siempre digo “gracias”, porque creo que es lo mínimo, pero pienso “¿felicidades por qué?, ¿qué hice de bueno?”
Sin embargo, tampoco es un día para dejar pasar como si fuera cualquier otro: es el aniversario de nuestra llegada a este mundo y es motivo de celebración que seguimos en él ya que estar vivo es bueno. Y esa es la clave: el cumpleaños no se festeja, se CELEBRA.
El festejo implica eso: fiesta, la celebración es hacer algo especial por un hecho ocurrido.
En las fiestas se felicita, en las celebraciones no, ahí se acompaña.
Por ejemplo, los alcohólicos recuperados muchas veces festejan su “cumpleaños” en el día en que dejaron la bebida, es más importante para ellos (y sus familias) ese día que el día en que nacieron, porque, de hecho, ese día re-nacieron a una mejor vida.
¡Ese sí es un motivo de festejo! Y las felicitaciones no están demás, son felicitaciones bien ganadas, porque ese día cumplen un año más de un logro importantísimo y todos a su alrededor están más que contentos.
¿Festejar el cumpleaños? Pues si la idea es tener una excusa para hacer una fiesta, sí, sirve como excusa, pero también sirve cualquier otra cosa sin importancia; para hacer fiesta sobran excusas.
¿Celebrar el cumpleaños? ¡Claro! Es un día diferente, no porque sea diferente, pero podemos hacerlo diferente, podemos aprovechar la oportunidad para repasar nuestra vida, ver si vamos en el camino que nos planteamos tiempo atrás y hacer los ajustes o correcciones necesarias para que así sea, o bien para plantearnos nuevas metas para el siguiente año.
Habrá pocas personas que compartan esta idea, y puede ser que conozcas a alguna que así piense y que te preocupes por ella, no lo hagas, no todos son felices de la misma manera.
Y repito lo más importante: que cada quien haga lo que le pegue su regalada gana, al fin y al cabo, si algo hay que hacer en nuestro cumpleaños, es nuestra voluntad.