Felicidad Física y Mental
Muchos de los temas en los foros psicológicos tienen que ver con la depresión, que viene siendo lo contrario a sentirse feliz.
A la mayoría de la gente no le hace falta NADA para ya ser feliz en este preciso momento, es decir, si su cuerpo funciona normalmente entonces no les hace falta nada. Pero desgraciadamente basamos más la sensación de felicidad en nuestra mente que en nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo nos permite ser felices de igual manera que al resto del mundo, exceptuando a la gente a la que le fallan algunas sensaciones, por ejemplo las personas que no tienen el sentido del gusto o del olfato. Por ejemplo, Bill Gates (uno de los hombres más ricos del mundo) y usted amable lector, si se comen ambos una hamburguesa de Burger King ¿no les sabrá acaso exactamente igual a ambos?, por más dinero que tenga Bill Gates la hamburguesa le sabrá igual.
Piense en cualquier persona que sea para usted un ejemplo de felicidad, si se enferma del estómago sufrirá en el baño igual que cualquiera de nosotros.
Una hermosa puesta de sol podría disfrutarse igual por todos, nuevamente, con excepción de los ciegos, débiles visuales y daltónicos, por eso digo que haría falta un cuerpo que funcione “normal”.
Hay quien podría pensar que un hombre que tiene muchas mujeres (y quizá al mismo tiempo) es más feliz por disfrutar más del sexo, pero créeme, su orgasmo es igual al del resto del mundo.
Si queremos ser felices podemos serlo ahora mismo, hay que hacer lo que más nos convenga, si nuestro cuerpo tiene todo para hacernos sentir bien pues no hay que darlo por sentado, hay que reconocer esto y darnos cuenta que sentirse bien y poder disfrutar de las sensaciones del cuerpo es la felicidad.
El problema aquí es la mente, a cada rato se entromete con las sensaciones, nos hace pensar que el caviar es mejor que los cacahuates, que el más caro vino tinto es mejor que el más corriente agua ardiente (llámese tequila, sotol o cualquier otro destilado), que dormir en una lujosa cama con almohadas de pluma de ganso es más reconfortante que dormir sobre un montón de paja.
El cuerpo sigue a la mente como la mente sigue al cuerpo, así que si hemos de actuar con inteligencia, más nos conviene que nuestra mente (sana) haga que el cuerpo la siga.
El mejor vino tinto o la más chafa de las cervezas nos pueden dar la misma sensación, al fin y al cabo relajarán a nuestro cuerpo y si el fin físico es prácticamente el mismo ¿entonces por qué pensar que el que toma vino tinto es más feliz que el que toma cerveza?, cuando mucho podremos pensar que quizá tenga más dinero, pero no necesariamente que sea más feliz.
Si nuestro cuerpo nos da todo para ser felices, es decir, nos sentimos bien y podemos disfrutar de las sensaciones entonces no le hagamos mucho caso a nuestra mente, pongamos más atención a nuestro cuerpo para darnos cuenta de que somos felices.
En el caso de las personas con algunas fallas en sus cuerpos, pues lo más inteligente es hacerle más caso a la mente y ser felices por lo que la mente les permite disfrutar, es más difícil, ciertamente el cuerpo es más fácil de complacer que la mente, pero si no queda de otra pues hay que buscar sentir la felicidad con los medios que tengamos.
Un masaje dado por una mujer fea y gorda se sentirá igual físicamente que uno dado por una súper modelo, pero claro, nuestra mente se entromete y nos dice que el que nos da la súper modelo es mejor. Es más, un masaje dado por un hombre quizá sea mejor, porque tiene más fuertes las manos y dedos, pero claro ¡luego nuestra mente no nos dejará disfrutarlo porque entonces seríamos jotos!
¿El sexo anal (con una mujer) es mejor que el sexo vaginal? No, pero nuestra mente cochambrosa nos puede hacer pensar que sí, escucha a tu pene y silencia tu mente; otro ejemplo ¿es mejor un pene grande a uno normal? No, y eso me lo dijo una mujer “se siente igual prácticamente, ¡pero nada más por el morbo es mejor uno grandote!”.
Muchas veces la mente no sabe lo que quiere, así que, en serio, no le hagas mucho caso, escucha mejor a tu cuerpo que el cuerpo casi no se equivoca.