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Experiencia vs. Conocimiento

¿Qué vale más?, ¿qué tiene más importancia?, ¿cuál te daría más soluciones?

La experiencia se tarda más tiempo en adquirirla. Una vez leí en un foro sobre video que no puedes decir que sabes ripear un DVD hasta que hayas hecho unos 10 cuando menos. Aclaro para los que no sepan, ripear es una palabra acomodada del inglés “ripper”, cuya traducción literal no se acomoda muy bien a lo que describe. Es el proceso de copiar una película en DVD y convertirla a otro formato, comúnmente en esa época se convertían a DivX y se reducía así a la quinta parte del tamaño en disco manteniendo una muy buena calidad.

Todos esos libros son conocimiento que salió de la experiencia de alguien.Yo había ripeado 2 películas y pensé que ya sabía cómo hacer eso, no imaginé que algo cambiaría si hacía 10, pero así fue. Con el tiempo me fui topando con diferentes problemas y además mejoré mi técnica y usé mejores programas, comprendí mucho mejor los parámetros de compresión, las resoluciones, etc. y comprobé que, efectivamente, hasta que hice cuando menos 10 ripeadas entendí bien todo ese asunto. Para eso pasó 1 mes.

El conocimiento lo tenía a la mano, podía leer tutoriales de cómo ripear, pero no hay un tutorial absoluto, no hay algo donde se explique todo, eso me lo dio la experiencia.

En este caso, me valió más la experiencia, pero esa experiencia comenzó con la adquisición de conocimiento.

Al fin y al cabo, el conocimiento no es más que la experiencia de otros. Ya otros habían usado los programas y hecho copias de seguridad de sus películas y luego lo explicaron en un tutorial, en otras palabras, al compartir su experiencia la convirtieron en conocimiento.

Anthony de Mello, un sacerdote jesuita, psicólogo también por cierto, escribió en uno de sus libros: nadie se ha emborrachado estudiando la palabra “vino”. Esto también lo dijo con un cuento que podría resumirse así: no se conoce el Nilo por aprenderse el mapa, hay que navegar por él.

El conocimiento es bueno, buenísimo, pero al fin y al cabo es hueco si lo aprendiste de otros. Siguiendo con Anthony de Mello, decía también: sólo aprendes lo que te enseñas a ti mismo.

De otros, y me refiero a profesores o libros, adquieres el conocimiento, y puedes recitarlo como perico, repitiendo lo que sabes, pero realmente no lo sabes si no te lo enseñaste tú mismo, si no lo has vivido, si no lo has comprendido. Albert Einstein decía “no puedes decir que comprendes algo, si antes no eres capaz de explicárselo a tu abuela”.

El conocimiento lo tomas de los libros por ejemplo, pero mientras tú mismo no te lo expliques con otras palabras, de otra manera, no podrás estar seguro de saberlo.

No se aprende tanto como cuando se enseña. Un consejo para los estudiantes: ¿quieren aprender de verdad y mucho? Den ustedes la clase.

La experiencia toma más tiempo adquirirla que el conocimiento y por ser más difícil de ganar, podría pensarse que vale más, ¿no?

La experiencia le hizo pensar al hombre antiguo que el sol era un dios y que la tierra era plana. Más tarde por la experiencia de otros se descubrió que no es así, y sin embargo si algo nos ha enseñado la ciencia es que estuvimos equivocados, estamos equivocados y estaremos equivocados, más cerca de la verdad cada vez, pero equivocados al fin.

La experiencia se equivoca mucho, pero al igual que en la selección natural, sólo la experiencia mejor adaptada sobrevive y se transforma en conocimiento. La experiencia válida, la que acierta, la que resuelve un problema es la que se transmite de una persona a otra, siendo así conocimiento.

Ahora, a favor de la experiencia, diré también que el conocimiento puede equivocarse, lo ilustraré con un cuento de Anthony de Mello, lo contaré de memoria, no tengo a la mano el libro:

Un señor va al doctor a revisarse la garganta, después de examinarlo, el médico le dice

-          Es usted músico, ¿verdad?, y toca un instrumento de viento.

-          Sí – responde el señor – ¿cómo lo supo?

-          ¡Ah!, es que veo que tiene la garganta con los típicos síntomas de un esfuerzo grande y continuo de soplar. Y ¿qué instrumento toca usted?

-          El acordeón – responde el señor.

El acordeón es un instrumento de viento, ¡pero no tenemos que soplarle! El médico en este cuento se equivoca al usar su conocimiento. Y así pasa seguido. No por nada el dicho de “más sabe el diablo por viejo que por diablo”.

Entonces, la experiencia se equivoca, el conocimiento a veces no sirve porque se necesita experiencia. Pero sucede que la experiencia existe por sí sola, en cambio el conocimiento requiere de experiencia para ser, podría decirse que el conocimiento es la experiencia concentrada y comprobada.

Hay un extra que tiene la experiencia sobre el conocimiento: la práctica. Y la práctica hace al maestro, ¿no?

Por ejemplo los vendedores, podrá haber quien sepa mucho de ventas, quien haya leído mucho sobre ventas, quien conozca muchas técnicas de cierres y de aperturas también, pero ahí sí estoy seguro que si no tiene práctica no logrará ser el exitoso vendedor que sus conocimientos le aseguran poder ser.

Un ejemplo absurdo, el conocimiento para hacer malabares con tres objetos es simple: avienta el primer objeto hacia arriba con tu mano derecha, pasa el segundo objeto a tu mano derecha y aviéntalo hacia arriba, pasa el tercer objeto a tu mano derecha y aviéntalo hacia arriba, recibe con la mano izquierda el primer objeto cuando caiga y pásalo a tu mano derecha y repite. Ahora ya lo sabes, ¿puedes hacerlo?

Lo mejor es, por supuesto, una combinación de ambos, se necesita de conocimiento y experiencia. El conocimiento nos dirá qué hacer y la experiencia cómo hacerlo.

Lo que sí no se vale es tomar el conocimiento y hacerlo pasar por experiencia. He visto gente que habla de lo que acaba de aprender y lo dice con una seguridad que ya la quisiera yo para decir lo que de verdad sé.

Y es que el problema también es que la gente cree que algo es cierto por el simple hecho de estar en un libro, o peor aún ¡porque lo dijeron en la tele!

Nada será cierto hasta que tú mismo descubras que es así, y aún podrías estar equivocado.

En fin, mi recomendación es: lee mucho, aprende mucho, usa lo que aprendiste, enseña lo que aprendiste.

La experiencia se convierte en conocimiento, apréndelo y convierte el conocimiento de vuelta en experiencia.