Es más fácil hablar de los muertos que de los vivos: un acto fallido
Hay cientos o quizá miles de libros que hablan sobre la vida más allá de la muerte. En realidad no pueden asegurar nada, sin embargo muchos dicen tener pruebas infalibles sobre lo que dicen.
Nadie ha regresado de la tumba para asegurarlo, ni para desmentirlo dirían los que apoyan la existencia de la vida más allá.
Todos los libros sobre espiritismo y fantasmas y casos de ultratumba tienen teorías en apariencia sólidas, con muy buenos argumentos, pero si uno lo piensa bien, también la teoría de Santa Claus tiene buenos argumentos y es sólida, el mundo de Santa Claus bien puede existir si tan sólo nos esforzamos en creerlo de igual manera que lo hacemos con el mundo de los espíritus, no requiere una pizca más de fe.
Aunque ¡claro!, será más fácil de creer en Santa Claus para un niño que para un adulto, pero entonces, ¿no será más fácil creer en el mundo de los espíritus para alguien que es como un niño?, es decir, no son tontos, pero sí son ignorantes, aún les falta mucho por conocer y madurar.
Espero que el lector no me lo tome mal, conozco personas muy cercanas a mí que creen en el mundo de los espíritus y no considero que sean ignorantes, mucho menos tontas, una de ellas incluso es un colega psicólogo, pero resulta que ambas personas han perdido a seres queridos, por supuesto que es más fácil (o mejor dicho, menos difícil) seguir su vida si sienten que los que han muerto siguen por aquí, de alguna manera.
En fin, el tema no es la existencia del mundo espiritual, sobre eso ya hablo en otro artículo. El tema que me interesa aquí es que es más fácil hablar de lo que ya no existe, existió o existirá que de lo que efectivamente existe ahora mismo.
Al decir “hablar de los muertos” en realidad quiero decir hablar sobre un tema muerto, un tema pasado, resuelto, que no afectará en nada. Hablar de los vivos es hablar sobre lo que en verdad importa, lo actual, lo que afectaría el rumbo de nuestra historia.
Voy a descubrirme aquí, no es algo que un psicólogo deba de hacer, pero el objetivo final de estos escritos es alcanzar la verdad, así con base en ese objetivo explicaré lo que he escrito hasta ahora:
Ahora mismo han pasado algunos días en los que le doy vuelta a un tema para escribir, el título sería “Todo es Mentira”, pero también quiero evitar temas deprimentes que puedan contagiar a algún lector, ya que eso es contrario a lo que hago en terapia.
Siento que ese tema está “atorado” en mi mente y saldrá hasta que lo escriba. Es más fácil para mí hablar sobre el mundo espiritual que sobre algo deprimente.
Así trabaja nuestra mente, nos protege de lo que no nos gusta, pero la verdad siempre sale, y cuando uno ve que se asoma, a veces lo mejor es darle el tirón y sacarla por completo.
Los “muertos” en el título se refiere a mi artículo sobre la existencia de los fantasmas, que me resultó fácil escribir, los “vivos” se refiere precisamente a los “vivos”, los abusados, los ventajosos que mienten, ese grupo de personas en una posición de poder, la que sea, que le miente a su gente.
En psicoanálisis muchas veces tomando literalmente las cosas se descubre la verdad, y en el caso del título de este escrito así es: Es más fácil escribir sobre “¿Existen los Fantasmas?” que sobre “Todo es Mentira”.
Hay más vergüenza en el engaño a uno mismo, pero el perdón llega más rápido.
Al final no hablaré sobre “Todo es Mentira”, prefiero dejar aquí la experiencia de un acto fallido de mi parte y compartirlo como una experiencia del psicoanálisis.
Como dijo Robocop: Sólo somos humanos.