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El Yo y la deformación del Tiempo

Voy a empezar haciendo una descripción de una de las características del inconsciente, no es nada nuevo, simplemente voy a repetir lo que Freud ha dicho y luego haré otra descripción sencillísima del efecto de la gravedad en el espacio-tiempo, no diré nada nuevo, simplemente repetiré algunos conceptos de la teoría de Einstein. Por último, utilizaré la segunda descripción para explicar la primera.

El tiempo parece deformarse ante la presencia del Yo como se deforma en realidad ante la presencia de gravedad.Espero no haber ya confundido al lector en el primer párrafo.

Freud explicó que el inconsciente no está regido por el tiempo, es decir, no hay un antes y un después, no hay un ayer y un mañana, cuando menos no en el sentido que comúnmente conocemos de un antes y un después.

Todo lo que ha ocurrido en nuestra vida queda grabado en nuestro inconsciente, y todo eso sigue ocurriendo ahora mismo, todo al mismo tiempo. Sí que hay un orden en esta revoltura de ideas, pero eso será tema de otro artículo.

Esta es una de las características que Freud descubrió del inconsciente, la atemporalidad.

Por eso es que las cosas que pasaron en nuestra niñez nos afectan ahora de adultos, porque no han perdido importancia, no han quedado olvidadas, y no pueden quedar olvidadas por el hecho de que no ha pasado nada de tiempo desde que ocurrieron, siguen ocurriendo ahora mismo en nuestro inconsciente.

No podemos percibir esta falta de tiempo precisamente porque es una característica de nuestro inconsciente, es decir, no es consciente. Pero... sí hay una forma de sentirlo por un pequeño momento, lo suficiente como para comprobar que esta falta de tiempo sí existe, y aquí va:

Cuando estamos a punto de quedarnos dormidos pero que nos resistimos a dormir, ocurre durante un segundo o dos que nos quedamos a medio camino, es decir, entre conscientes e inconscientes, y entonces esos dos segundos los sentimos como si fueran dos minutos.

Voy a contar mi experiencia personal sobre esto: normalmente duermo viendo una película, y trato de que sea una película divertida y que casi me sepa de memoria, así no me aburro y tampoco me quedo despierto por saber qué pasará. Ocurre entonces que estoy por dormirme y recupero el sentido, siento que pasó 1 minuto cuando menos, y regreso la película un minuto para continuar viéndola donde me quedé dormido, pero al verla me doy cuenta de que eso lo acabo de ver, adelanto a donde recuerdo que me quedé y resulta que desde el último momento en la película que recuerdo haber visto hasta el momento en que me desperté, pasó a penas 1 ó 2 segundos. A mi parecer me dormí por más tiempo, pero en realidad fue sólo un cerrar y abrir de ojos. Esto ocurre porque mi mente empezó a pasar a "modo inconsciente" y empezó a perder la noción del tiempo.

Ahora pasemos a la teoría de Einstein.

La parte que me interesa aquí platicar, es la que habla sobre la deformación del tiempo.

Einstein descubrió que el tiempo no es absoluto, es decir, en el universo no existe una sola medida de tiempo, es muy variante, e inclusive hay lugares donde éste no ocurre.

El tiempo y el espacio están unidos y son afectados por la fuerza de gravedad. La masa deforma el espacio y esta deformación es lo que vemos como fuerza de gravedad, pero también deforma al tiempo. Entre mayor sea la masa, mayor es la deformidad del tiempo. El efecto que tiene la masa sobre el tiempo es que lo vuelve lento. También la velocidad afecta al tiempo, entre más rápido se mueva un objeto más lento transcurrirá el tiempo para él. Esto por sorprendente que parezca es una verdad comprobada de muchas maneras, el uso más práctico que tiene está en los satélites, en todos, satélites de comunicación, de posicionamiento global (GPS), etc. Las computadoras de los satélites tienen relojes para sincronizarse con el control de Tierra, pero estos relojes están hechos para "adelantarse", es decir, cuentan el tiempo más rápido, ya que al viajar por el espacio a una gran velocidad, se compensará lo rápido del reloj con lo lento que pasará el tiempo para el satélite desde el punto de vista de la Tierra y el reloj tendrá entonces la misma hora que los relojes de la Tierra. Si no se hiciera así los relojes de los satélites se "atrasarían" constantemente respecto a los relojes de la Tierra.

Bien, el tiempo en el universo es deformado por la presencia de la masa y la velocidad, y en nuestro universo mental el tiempo es deformado por la presencia del Yo, lo acelera o lo vuelve lento.

Por eso al dormir, cuando el Yo se retira (no completamente, por supuesto), no percibimos el tiempo, no sentimos que hemos dormido 8 horas, salvo porque nos levantamos descansados.

El Yo, al igual que un sol, tiene una masa enorme, es muy pesado, por eso ejerce tanta influencia en el tiempo mental, es decir, en la percepción del tiempo.

El Yo tiene dos estados básicos: está a gusto o está a disgusto.

La percepción del tiempo se distorsiona dependiendo de en cuál estado esté el Yo, si está a gusto, contento, alegre, el tiempo se percibe que pasa lento. Por el contrario si el Yo está a disgusto, incómodo, triste, el tiempo se percibe que pasa rápido.

¿Recuerdas haber estado enamorado alguna vez?, ¿no sentías que el tiempo pasaba más lento cuando estabas con la persona amada?, eso es porque al enamorarse pasan varias cosas en nuestra mente, una es que el Yo de la persona amada reemplaza o casi reemplaza al Súper Yo (eso dice Freud), y también pasa que el Yo se retira un poco para darle lugar precisamente a la persona amada, y claro, al retirarse el Yo, deja de influenciar el tiempo y sentimos que éste pasa más lento.

Cuando hablamos de nosotros mismos, es decir, cuando nuestro Yo es el protagonista de la historia y alguien más nos escucha, nos pone atención y hasta puede ser que muestre admiración por nosotros, entonces el Yo se siente apreciado, se siente grande, masivo, y así es también su influencia en el tiempo y el tiempo pasa más lento. ¿Recuerdas estar tomando un café y hablando de ti y sentir que apenas llevas 5 minutos pero resulta que ya tienes ahí una hora?

El Yo puede ser algo inmenso, y así será su influencia en nuestra percepción del tiempo, entre más grande sea o más presente esté, el tiempo lo sentiremos más lento y entre más pequeño sea o más retirado esté, el tiempo lo sentiremos más rápido.

Cuando estamos concentrados en algo, en algún trabajo que nos apasione de verdad, pasa a veces que nos abstraemos, es decir, nos metemos tanto en el trabajo que para cuando acordamos ¡ya es de madrugada!, ya han pasado muchas horas y sin embargo sentimos que apenas pasó poco tiempo. Esto es, nuevamente, porque al concentrarnos en algo, sobre todo si es algo que nos gusta, nuestro Yo está contento y sentimos el tiempo más lento, cada minuto en nuestra mente son 10 en el "mundo real".

Pasa igual cuando un niño mira caricaturas, su Yo está feliz y entonces disfruta enteramente ver televisión, y cuando les decimos "a cenar" no es raro que diga "a penas me acabo de sentar a ver tele", es que el tiempo lo han sentido muy lento, es decir, pasaron dos horas, y ellos las sintieron como 2 minutos.

Las personas iluminadas, los santos, como Jesús el de la Biblia y otros más, tienen la característica de haber eliminado al Yo, o bien de controlarlo, es decir, identificar cuándo una idea viene de ellos y cuando viene del Yo y así poder actuar por ellos mismos y no por el Yo.

A esta ausencia del Yo es lo que se conoce como el "Silencio".

Estas personas viven de una manera diferente al resto de nosotros y eso es en parte por su percepción de tiempo, ellos sienten el tiempo más lento y ven que las personas viven muy deprisa. Y ¡claro!, si ellos no tienen un Yo presente el tiempo entonces es lento o inexistente en su alma.

Por eso dicen que al alcanzar el Silencio el tiempo se detiene y se entra en la eternidad.