El homosexual ¿nace o se hace?
Aquí responderé a esta pregunta y explicaré porqué se piensa que "nace" o que "se hace", pero me adelanto de una vez y respondo: "el homosexual se hace, no nace como tal".
Cuando vemos un título que tiene una pregunta obviamente buscamos que en el artículo esté la respuesta y que sea clara y concisa, pero me ha tocado ver que muchas veces no es así, dicen algo como "Sí... pero no siempre", y eso es lo mismo que decir "unas sí y otras no", mejor digan "no sé" o "no me atrevo a dar una respuesta concreta".
El homosexual se hace de la misma manera que se hace el heterosexual.
Se ha demostrado en un estudio que las personas tratan a los bebés de cierta manera dependiendo del sexo del bebé. A unas personas les dieron a cuidar a un bebé varón vestido como mujer, ellos eligieron, de la habitación en la que estaban, juguetes típicos de niñas como muñecas, vestiditos y carriolas; a otro grupo le dieron una bebé mujer vestida como hombre y jugaron con ella con martillitos de plástico y en general la pusieron a hacer juegos más físicos, de más movimiento... más activos.
Un bebé pequeño bien puede pasar por hombre o mujer, por eso necesitamos ponerle su gorrita azul o rosa, para que la gente sepa su género y no tenga que preguntar "¿es bebé o bebita?".
El rol de género que nos den irá guiando nuestro rol sexual, si será activo o pasivo, lo que generalmente quiere decir si será un homosexual o heterosexual activo o pasivo.
La preferencia sexual, es decir, si nos gustan las mujeres o los hombres tiene más que ver con el desarrollo del niño entre los 3 y 6 años.
Cuando nacemos no tenemos realmente definida una preferencia sexual ya que no tenemos una sexualidad como la de los adultos. Nuestro primer objeto de amor es nuestra madre, pero es una atracción de objeto de amor, no de objeto sexual y tiene como base la satisfacción del hambre. Pudiera ser un oso perezoso amaestrado (como en la película "La Era de Hielo") el que nos alimente y cuide de bebés y tendríamos hacia él el mismo "amor" que hacia nuestra madre si fuera ella la que nos alimentase y al crecer es muy poco probable que nos atraiga sexualmente un oso perezoso. Esto es independiente.
Con forme vamos creciendo y nuestro rol sexual se define más, éste nos da pistas de hacia dónde debemos dirigir nuestra atención, pero nuevamente, esto es sólo una guía, por eso es que hay confusión en algunas personas, porque saben que culturalmente, por su educación, por lo que han visto que corresponde a su género, todo les indica que deberían de gustarle las mujeres, pero no es así. Su orientación sexual no está definida 100% por su orientación de género.
El niño al crecer continúa "amando" a su madre y quiere tenerla sólo para él (como cualquier adulto normal hace con su pareja), pero resulta que ahí está el padre quien no la comparte totalmente con sus hijos. La madre duerme con el padre, los hijos duermen solos.
El niño ve al padre como un rival, igual como lo haría un adulto, y trata de quitársela al padre, pero obviamente no lo logra, la madre duerme con el padre, lo atiende igual que a los niños pero al padre lo obedece y al niño le ordena.
La madre demuestra un respeto por el padre y le reconoce todo el poder cuando dice "vas a ver cuando venga tu papá, te va a regañar". El niño empieza a ver que definitivamente el padre es el que tiene más a la mamá y que definitivamente no le va a ganar, el papá es más grande, más fuerte, grita más alto, pega más fuerte, etc. El niño se ve totalmente perdido... y entonces cambia de estrategia.
En la serie de televisión estadounidense "The Office" hay un capítulo en el que un vendedor de la competencia les quita una gran venta a los dos principales vendedores protagonistas y al jefe de ellos, Michael Scott, que había ido a reforzar la venta al ver que asechaba este otro vendedor estrella contrario. Michael Scott en un acto de genialidad habla con el vendedor de la competencia y lo convence de, nada menos y nada más, trabajar para él. Convirtió a su mayor contrincante en su aliado.
El niño hace algo similar, se pone del lado del papá, empieza a aprender de él todo lo que puede para ser como él, se pone sus zapatos, agarra una maletita y dice que también él se va al trabajo, etc. Todo lo que haga el padre lo intentará hacer el niño, con esto espera lograr que su mamá lo mire a él como mira a su papá o si no... cuando menos ser como el papá para conseguir una "novia" como la de él, como su mamá.
Esto es el desarrollo más común, pero también ocurre a veces otra cosa: El niño no se atreve a competir con el papá porque lo ve DEMASIADO grande, DEMASIADO fuerte, ve que grita DEMASIADO más alto y pega DEMASIADO más fuerte. Ante esto el niño no compite, no lo intenta ni siquiera. En este caso el niño no puede hacer nada para tener a la mamá, para ganarla, para tan siquiera tener la esperanza de que algún día será de él, pero la desea, y ¿qué hace entonces?, la introyecta, es decir, se convierte él mismo en su objeto de amor, él mismo ES y por lo tanto "posee" de esta manera a su madre.
Luego al crecer, siendo él su madre, se buscará a sí mismo como hijo, buscará a una pareja que lo representará como el hijo de su madre introyectada, obviamente este hijo deberá ser como él: hombre.
Esto ocurre también cuando alguien cercano y muy querido muere, como no podemos tenerlo junto a nosotros entonces lo creamos dentro de nosotros y comenzamos a tomar actitudes propias de esa persona muerta (claro, de cuando estaba viva), sin darnos cuenta lo imitamos y de esta manera lo tenemos nuevamente con nosotros.
Sé que para los que no sean psicólogos, o aún para los psicólogos que por alguna razón no creen en los descubrimientos de Freud, esto suena a una total locura, por mí no hay problema, pueden pensar lo que sea, pero ¡PIENSEN!, eso es lo importante.*
Hay otro escenario que también puede tener el mismo resultado, y es cuando el padre está ausente. Ahora, muchos aquí dirán "yo no conocí a mi papá y no soy homosexual", ok, al decir padre también aplica para figura paterna, al fin y al cabo es lo mismo. Si no tuviste papá por la razón que sea pero viviste con tu abuelo o un tío cerca, pues tu abuelo o tío es tu figura paterna y sirve igual que un padre para muchos casos.
En fin, si no hay un padre con quién competir, como se da en algunas familias matriarcales, es decir, donde la abuela es quien manda, el niño tampoco compite con nadie, obtiene directamente su objeto de amor y el paso siguiente es ser uno mismo con él, entonces comienza también a introyectarlo, a convertirse en él.
La analogía típica de esto es el niño que tiene una rebanada de pastel, primero busca que nadie se la quite, puede que se vaya a un rincón con su pastel o pone la mano enfrente de su plato como tapándolo o protegiéndolo y cuando sabe que nadie se lo podrá quitar, entonces se lo come (lo introyecta).
La clave para un desarrollo heterosexual parece ser la competencia, si el niño compite o no con su padre para tener a su madre. Si el niño reconoce al padre como un competidor extremadamente fuerte probablemente decida no competir; si lo considera demasiado débil tampoco lo hará, porque no es un obstáculo para tener a su madre.
Bien dice un dicho y una canción "no hay dos sin tres", el niño en sus primeros meses de vida puede pensar que él y su madre son una misma cosa, pero entonces reconoce que hay otro objeto, el padre, que no hace exactamente lo que él quiere y entonces de ser uno con su madre se convierten en dos, hijo (1) y madre (2) por culpa del padre (3). No hay dos, sin tres.
Creo que pensar que el homosexual nace así es justificar su condición, es decir que nada puede hacerse para cambiar porque así fue siempre, fue algo natural. Es igual, la condición de homosexual debe de respetarse como la condición de heterosexual, es realmente lo mismo en cuanto a valor como ser humano.
Después de todo, TODOS iniciamos nuestro desarrollo en el vientre de nuestra madre como mujeres y luego cambia el cuerpo en algunos para formar el pene y nacemos hombres. Por eso los hombres tenemos tetillas (pezones), no nos sirven para nada, pero ahí se quedaron como muestra de nuestro pasado fetal como mujer.
Si un homosexual siente que toda su vida lo ha sido probablemente se refiera a su vida después de los 5 ó 6 años, en general es sumamente difícil recordar algo anterior a los 5 años y son en estos años (5 y 6 aproximadamente) cuando se define la orientación sexual, así que decir "desde que tengo memoria siempre fui homosexual" es decir "desde que tengo memoria, aproximadamente a partir de los 5 años, fui homosexual".
Eso no es exactamente "toda la vida", pero casi da igual, antes de los 5 años aproximadamente no tenemos realmente definida nuestra orientación sexual ya que el sexo como tal no está aún bien desarrollado ni siquiera para diferenciar, sexualmente hablando, un hombre de una mujer.
Escuché decir a un homosexual en una entrevista en un programa de radio que él se hizo homosexual porque un tío de él le hizo tocamientos siendo niño. A eso le adjudicaba él el ser homosexual, pero sé de muchos casos de hombres que de niños también pasaron por situaciones de "abuso" sexual y son ahora personas heterosexuales y perfectamente normales en su estado psicológico.
Y para terminar, tratar de convencer a un homosexual de no serlo es más difícil que convencer a un heterosexual de dejar de serlo.
Es totalmente inútil tratar de cambiar a un homosexual, son felices y normales, tanto o quizá más que un heterosexual (no tener que lidiar con mujeres debe de tener sus ventajas).
Ahora, puede pasar que un hombre sienta atracción por otros hombres y no quiera esto, que rechace la idea, entonces sí podría ir a terapia y trabajarlo, ya sea para quitarse las ideas homosexuales o aceptarlas totalmente.
Ocurre a veces que un hombre es homosexual pero desgraciadamente su educación no le permite a nivel consciente o inconsciente ser libre, hacer lo que le plazca y ser feliz. Al igual que con cualquier otra restricción inconsciente ésta debe de investigarse y resolverse en terapia psicológica.
En resumen, el homosexual NO nace, se hace.
Y para los que piensan que soy muy tajante les digo: prefiero dar una respuesta concreta y clara y equivocarme, que andarme por las ramas, nunca afirmar algo y no definir una postura.